José Salazar/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Las enfermedades crónicas degenerativas de adultos mayores, como Alzheimer, cáncer y daño cerebral, cuando se presentan cambian de manera súbita la vida de quienes las padecen y la de sus cuidadores. 

Las personas que se encargan de vigilar a estos pacientes sin tener en ocasiones la capacitación necesaria realizan esta actividad con la finalidad de brindarle al enfermo calidad de vida; sin embargo, en muchos casos los cuidadores enferman debido al estrés.

En entrevista sobre el tema con motivo del Día Mundial de los Cuidados Paliativos, que se conmemora cada año el segundo sábado de octubre, Lucy Vargas Sosa, geriatra de la Clínica de Medicina Familiar Mérida del Issste, señala que los cuidadores tienden a deprimirse o aislarse del entorno y afrontan el reto en soledad. 

“De repente todos saben que la persona está enferma, pero pocos toman en cuenta al cuidador, quien se ve en la necesidad de cambiar su vida para darla por el ser querido, poniendo toda su disposición de servicio como un acto sublime de solidaridad y amor”, señala la especialista.

Estas personas son en su mayoría mujeres porque en ellas recae mayormente la carga de cuidar a un familiar en enfermo.

La geriatra añade que quienes cuidan a un enfermo pueden llegar a ser víctimas del síndrome del quemado, que se caracteriza por un profundo y constante desgaste físico y fatiga emocional, como consecuencia de la lucha diaria contra la enfermedad de un ser querido.

La persona que sufre este síndrome también presenta un estado de estrés crónico que permanece constante a lo largo del tiempo.

Unificado

Por otro lado, el segundo sábado de octubre, cada año, se celebra el Día Mundial de los Cuidados Paliativos, un día de acción unificado para apoyar a enfermos terminales y cuidados paliativos en todo el mundo. Esta fecha se conmemora en más de 70 países.

Entre las actividades se incluyen campañas de sensibilización, promoción, eventos de recaudación de fondos y novedades.

Los cuidados paliativos procuran conseguir que los pacientes dispongan de los días que les resten conscientes y libres de dolor, con los síntomas bajo control.