Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Ante el aparente descrédito ciudadano del sistema político mexicano, los partidos enfrentan en el próximo proceso uno de los desafíos más importantes en la historia reciente de la política en México: convencer al electorado de que pueden confiar en ellos, opinó Ariel Avilés Marín, expresidente de la autoridad electoral local, que ahora lleva las siglas del Instituto Electoral y Participación Ciudadana (Iepac).

En Yucatán, Mérida es el escenario electoral más importante de todos los puestos en disputa, incluyendo las diputaciones federales y estatales. 

En entrevista, sobre el tema del voto duro en los institutos políticos, Avilés Marín, un escritor y exdiputados federales del PRI, PAN y PRD consideran que las condiciones son desventajosas para el tricolor, debido a las repercusiones de la situación nacional, aunque no las haya causado.

Ariel Avilés Marín fue presidente del Instituto Electoral del Estado de Yucatán (IEEY), que se transformó en Ipepac. En su opinión, ahora resulta difícil aplicar el voto de castigo.

“¿A quién?, porque ahora es difícil concretarlo a un partido en especial; lo que percibo es que en la ciudadanía hay un descrédito generalizado por el sistema político mexicano. No por un partido u otro”, apuntó.

Recordó que por los hechos violentos en Ayotzinapa, Tlatlaya y otras situaciones en diferentes estados del país se ha pedido la renuncia del presidente Enrique Peña Nieto, pero cree que las personas están conscientes de que él no ordenó esos actos; sin embargo, se le responsabiliza porque es el sentir del pueblo, la propia Constitución reside en el Presidente de los Estados Unidos Mexicanos.

Por ello, lo que haga cualquier autoridad municipal la situación recae en el sistema político, que ya está desacreditado, independientemente de quién y qué partido esté en el poder.

“Mi interpretación de la historia es hegeliana, es cíclica; si analizamos la situación, las condiciones que están y los hechos que ocurren en el momento, yo digo que ya estamos en una nueva revolución”, consideró.

No obstante, dijo, lo que debe buscar una nueva revolución es cambiar el sistema político, no se trata de quitar al tricolor por el blanquiazul o el amarillo negro, ya que da lo mismo que el gobernante sea emanado de uno u otro; se requiere un sistema diferente para que el gobierno funcione de manera distinta, de lo contrario se seguirán manejando las cosas de la misma manera.

“Las lecciones de la historia hay que saberlas interpretar, leerlas… equiparo Tlatlaya y Ayotzinapa con Cananea y Río Blanco”, precisó.

Puntualizó que la gente que detenta el poder se siente segura, pero “les quiero recordar que lo más brillante del poder de Porfirio Díaz fueron las fiestas del Centenario de la Independencia en septiembre de 1910, y dos meses después estalló la Revolución”, mencionó.

Aunque los tres grandes partidos tienen garantizado un mínimo de votación de fieles y leales seguidores, en la elección local existen situaciones que podrían modificar el escenario que se “prevén”, y es la participación de Ana Rosa Payán Cervera que va por la Alcaldía de Mérida; cuando en 2007 compitió por la gubernatura, el blanquiazul la minimizó y le costó, en esta ocasión podría dividir las fuerzas.

El PAN está dividido, considera, ya que no ha logrado la fusión que obtuvo en 2001, cuando abanderó a Patricio Patrón Laviada por la gubernatura, incluso logró que fuera candidato común de cuatro partidos: PAN, PRD, PVEM y Panal, pero la situación al interior del PAN es diferente. 

Validez, con 15%

• El Cofipe señala que las elecciones son válidas con la votación de al menos el cinco por ciento del listado nominal; en algunas entidades ha sufragado el 15 por ciento y es válido, pese a la desaprobación del 85 por ciento restante.
• Los partidos tienen asegurado al menos ese porcentaje con su base de militantes, los llamados el “voto duro”.
• Anular los votos no es la mejor opción para exigir los cambios que el país requiere, sólo es dejarlo en manos de los partidos a través del sufragio de sus militantes.

Prevén elecciones con “desencanto” 

Por otro lado, aunque algunos consideran que el PRI entra en desventaja en Yucatán para las próximas elecciones locales, por las repercusiones de los acontecimientos nacionales y las fricciones internas en la selección de sus candidatos; al interior del tricolor existe confianza en que no tendrán cambios notables en los comicios del 7 de junio próximo.

El escritor, analista y exdiputado federal del PRD, Uuc-Kib Espadas Ancona, indicó que percibe un ambiente generalizado de escepticismo; los grupos políticos se han desprestigiado y no ve en el escenario inmediato una respuesta ciudadana favorable.

Consideró que el Partido Revolucionario Institucional (PRI) enfrenta el proceso en el peor momento desde 2012 por el hartazgo general contra la clase política; en un extremo está Iguala, cuyo Alcalde y el Gobernador emanaron del PRD, pero el descontento se canaliza a las demandas de la violencia en diversos puntos, la impunidad y corrupción, y se le pasa la factura al partido gobernante.

El PRI llega con poco apoyo de ciudadanos independientes, pero tiene la mejor estructura política en México, que sobrevivió a 12 años de Gobierno Federal panistas y le apuesta a una elección que va desde su estructura orgánica.

En Mérida, el Partido Acción Nacional (PAN) ha recuperado en alguna medida el entusiasmo de la gente, más que por algo nuevo, por una actitud de resistencia al PRI que se vuelve a levantar; en 2007 se caracterizó la oposición panista por la imposición del candidato a Gobernador, ahora el blanquiazul capitaliza esto, pese a errores en el gobierno de Renán Barrera.

Considera que Ana Rosa Payán Cervera puede ser una variable que rompa con el equilibrio normal de las elecciones. Hay una expectativa en ciertos segmentos del PAN que la pudieran ayudar, y además Movimiento Ciudadano se ha organizado como una aliada de ella, que ya tiene una estructura, aunque mínima, puede costarle más a Acción Nacional que al PRI.

El PRI sufrirá un voto de castigo que tratará de contrarrestar con su estructura local; el PAN se definirá a nivel local, también puede ser sancionado por sus militantes en Mérida, pero cree que será menor. Mérida será una batalla ruda, aunque el PRI juega en clara desventaja, pero no prevé una elección cerrada, aunque falta ver qué surge en campaña.

Sobre el Partido de la Revolución Democrática (PRD), comentó a nivel nacional es complicada su situación y a nivel local está “en coma”, conectado a un aparato de profesionales de la política sin interés de ganar presencia local; le apostará a mantener sus diputaciones locales, su subsidio, pero a nivel local, Ana Rosa le complica la posibilidad de alcanzar una regiduría.

Benito Rosel Isaac

El exsenador y dirigente político del PAN, Benito Rosel Isaac, indicó que hay inestabilidad electoral, ya que los partidos estrenan la ley, desde la conformación de la equidad de género, hasta la militancia, que sólo puede estar en un partido.

Consideró que este fue uno de los factores que incidió en la depuración del padrón de su partido, aunque considera que hace falta otro, porque algunas personas que ya estaban registradas con el PAN “coquetean” con alguna precandidata.

“Creo que así como vienes a inscribirte de buena voluntad deben renunciar al partido, demostrar que eres una persona libre; todos tienen ese derecho y esa determinación”, apuntó.

Explicó que la participación de Ana Rosa Payán no les “pegará”, como fue en 2007, porque hay cambios, ya se ve en el fondo; participa en otro partido para restar votos al PAN, pero luego se vio cómo el gobierno pagó con puestos públicos estatales, muchos de ellos siguen cobrando ahí.

Consideró que el PRI trata de impresionar que va en serio por Mérida, pero su pasado inmediato los afecta a nivel local y municipal; no han solucionados muchos pendientes y tratan de vender la idea de que ayer eran de una manera y hoy son otros. No los considera una amenaza electoral para esta ciudad capital, porque el gobierno municipal del tricolor del 2010 al 2012 le dio más ventaja al PAN.

Rubén Calderón Cecilio 

Rubén Calderón Cecilio, cuatro veces diputado federal del tricolor y comisionado de su partido en el territorio nacional, indicó que ante el desencanto generalizado que existe, los partidos deben analizarse internamente y revisar a conciencia sus proyectos, estudiar bien qué propuesta harán en ciudades, colonias y municipios, que sea creíble, ya que es difícil convencer.

Indicó que hace falta vocación política, se requiere gente con inclinación al servicio; hay abuso, robo y corrupción; cuando los núcleos están ávidos de empleo y de mejores condiciones de vida, revisar las condiciones en que viven ex funcionarios públicos es escandaloso.

No duda del alcance de las reformas, pero el hambre y el desempleo de miles de jóvenes que terminan una carrera y acaban como narcomenudistas porque tienen que vivir es grave; no se puede dejar todo al gobierno, pero se requiere hacer una alianza.

La competencia política no debe ser para destrozar al oponente y poner tropiezos, sino trabajar en propuestas, “aunque hay un pero, hay desconfianza porque a pulso lo hemos ganado”.

Indicó que la política es de tiempos y circunstancia, es cambiante, no es lo mismo sur-sureste que el norte de la República, la competencia entre partidos es una realidad, hay entidades en la que prevalece un bipartidismo. Por tanto, aspira a que no se dé el voto de castigo, y señaló que la abstención es peligrosa si no es por molestia, sino porque el ciudadano no se sienta seguro para acudir a sufragar.

A pesar del panorama nacional y local, consideró que su partido, el PRI, está en mejores condiciones que en otras épocas, pero este proceso no es para confiarse, ya que la competencia es real, hay que analizar, ver el comportamiento de quienes no resultaron beneficiados con la candidatura, que no se hagan candidatos por otros partidos.

En Mérida, considera que el trabajo de Ana Rosa Payán Cervera, dos veces alcaldesa de Mérida, pesará porque tiene presencia, pero no cree que arrasará multitudes. Confió en que su partido mantendrá la mayoría en el Congreso local y en los municipios, aunque en el caso de Mérida, depende de varios factores.