Luis Fuente
MÉRIDA, YUC.- Los datos de prueba aportados por la Fiscalía General del Estado  fueron suficientes para que Arturo Alejando N. C., ex policía de la entonces SPV, fuera vinculado por el delito de feminicidio agravado, como probable responsable de asesinar a su pareja sentimental el 20 de noviembre, en un predio del fraccionamiento Jardines del Sur de Mérida.

La defensa trató de desvirtuar la versión de las fiscales sobre cómo el acusado realizó los hechos que se le imputan, pero luego del debate, la juez segundo de control de Mérida, Ileana Domínguez Zapata, decidió vincular a proceso a Arturo Alejandro N.C. por el delito de feminicidio agravado. La juez también ratificó la medida cautelar de prisión preventiva. 

En la causa penal 242/18 se asienta que Arturo Alejandro N. C. es presunto responsable de la muerte de una persona del sexo femenino, con quien mantenía una relación sentimental. 

De los exámenes realizados por peritos médicos forenses de la Fiscalía, se desprende que la muerte de la mujer se debió a una asfixia mecánica por estrangulamiento. 

 Un plazo de cuatro meses de investigación fue el tiempo concedido por la autoridad judicial para que la Fiscalía realice la investigación complementaria. 

Teoría del caso 

La teoría del caso presentado por las fiscales ante la juez señala que el ahora acusado se escapó de su trabajo como vigilante para ir a su domicilio y cometer el crimen, en el que golpeó, violó, sodomizó con un objeto a la víctima y finalmente la estranguló. 

Posteriormente, el sujeto retornó a sus labores e incluso le llamó a una hermana de la ahora occisa para que la fuera a ver, bajo el pretexto de que aquella se sentía enferma. 

Según las fiscales, el plan de esta llamada era que el familiar de la víctima acudiera al predio y fuera quien hallara el cadáver, pero la hermana se negó debido a que estaba distanciada porque Lucero del Carmen Gómez Borges había regresado con el ahora imputado. 

De esta manera, al día siguiente y con el pretexto de que acababa de llegar de trabajar, él mismo avisó al número de emergencias 911 y trató de engañar a las autoridades de que se trató de un fallecimiento patológico; sin embargo, la autopsia determinó que se trató de un feminicidio, pues la causa de la muerte fue asfixia por estrangulamiento. 

Incluso el ahora detenido ya había contratado un servicio funerario con la idea de que el médico legista de la funeraria le extendiera el acta de defunción de la mujer. Sin embargo, los empleados de la compañía sospecharon de la muerte y lo reportaron al Ministerio Público.