¿Tienes miedo a conducir un auto? ¡Sufres amaxafobia!

La amaxofobia genera que las personas se sientan incapaces de conducir o se pongan nerviosos al estar frente al volante.

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Las prácticas de manejo virtuales ofrecen seguridad a los aprendices. (Milenio Novedades)
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José Salazar/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- “Desde el accidente, me siento incapaz de conducir mi auto. Sólo de pensar que tengo que manejar me pongo nervioso. Creo que ya no soy apto. Me bloqueó al momento de estar al volante”, son expresiones que se refieren un problema mucho más habitual de lo que nos podría parecer y que se denomina amaxofobia, es decir, fobia a conducir. 

Esta fobia es el resultado de un proceso en el que la persona percibe el tráfico vehicular como una amenaza, considera a los demás conductores cómo peligrosos y se siente incapaz de afrontar el reto de manejar un vehículo.

De acuerdo con un estudio del instituto Mapfre de España, este problema afecta a más del 30 por ciento de los aspirantes a conducir, en diferentes grados; el 75 por ciento de estos casos son de mujeres.

Existen muchas causas que pueden generar fobia a conducir, pero las mayoritaria podrían ser haber sufrido un accidente de tráfico, un ataque de pánico al volante o alto nivel de ansiedad en situaciones de las que no se pueda escapar fácilmente, así como no haber alcanzado suficiente pericia al volante o incluso no haber conducido al obtener la licencia.

El acto de conducir un auto supone manejar un alto número de estímulos al mismo tiempo: hay que coordinar pies y manos para los diferentes mandos, tener atención en los espejos y señales acústicas para saber qué hacen los vehículos que circulan cerca, estar pendientes de las diferentes señales en la vía, controlar la velocidad, a lo que habría que sumarle la responsabilidad de llevar a otros pasajeros. En definitiva, un sinfín de circunstancias hacen de conducir un acto estresante.

Para este fin, las escuelas de manejo integran el abordaje terapéutico, una vez que el alumno está preparado para enfrentarse al reto de comenzar a conducir, luego de haber pasado por un proceso con simuladores.

Es de gran ayuda, sobre todo en la línea de los tratamientos cognitivos-conductuales, pues primero se hace la exposición a los  hechos de manera virtual y luego se pasa a lo práctico.

Por eso los instructores deben estar más preparados y actualizarse de manera constante, ya que una persona con esta condición es un individuo con una susceptibilidad muy alta que en cualquier error que cometa puede reforzar su propia fobia. 

Ante esta realidad, se recomienda a las personas que sospechen tener un fuerte temor a manejar acudir a un especialista en psiquiatría para ser valoradas y descartar cualquier otra afectación mental.

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