Luis Fuente/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Aparecieron muertas dos personas en un terreno del norponiente de Mérida, y los cadáveres presentaban signos de violencia.

Los cuerpos sin vida son de una pareja que era dueña de la propiedad, aunque no la habitaba.

La línea de investigación que sigue la policía es que el crimen fue cometido por un pariente lejano, a quien le había prestado la propiedad para que la habitara por un tiempo.

De acuerdo con la autoridad, la pareja formada por Jesús C. M. de 45 años de edad, y Teresa V. A., de 51, se trasladó, el jueves 18 de agosto, al "terreno" -en donde hay una pequeña construcción habilitada como vivienda- presuntamente para pernoctar ahí (ellos vivían en la fraccionamiento Cordemex, en el norte de Mérida).

En los días siguientes, la hija de la pareja intentó localizarlos, pero ellos no respondían a sus llamadas telefónicas, así que acudió -no especificaron qué día- al terreno a buscarlos, pero como vio cerrada la casa, regresó a Cordemex, porque pensaba que los encontraría ahí.

Como tampoco dio con ellos, se lo comentó a su novio, y este lunes temprano volvieron al terreno y finalmente dieron con la pareja: ambos estaban muertos.

Uno de los cadávares se encontraba dentro de la casa y otro en el terreno, cerca de la vivienda. Ambos tenía huellas de golpes y lesiones en el cuello: los ahorcaron.

En las primeras indagaciones de la autoridad, se supo que el predio donde fueron hallados los cuerpos fue utilizado -con permiso de los propietarios- por un pariente lejano que vino de Veracruz.

La hipótesis es que el pariente mató a la pareja porque ésta finalmente lo había sacado del lugar porque no le tenían confianza.