Ana Hernández/Mérida
MÉRIDA, Yuc.- La recuperación de playas no termina con el relleno de arena, pues para que se conserve en su mayor parte se requiere poner en marcha labores para reforestar la duna costera con plantas propias de la región como la uva de mar, que a decir de especialistas en el tema es de alta resistencia.

Además, aseguran, estas plantas ayudan a asegurar que se fije la arena que se deposite en la zona, con lo que se frena la velocidad de los vientos que prácticamente barren con el material en la superficie.

“El ecosistema es dinámico y funciona como un banco de préstamo de arena, ya que los nortes se llevan una parte que luego se recupera, pero es importante que los dueños de casas en la primera fila no retiren esta vegetación de la duna para darle una mejor vista a su propiedad”, explicó el jefe del departamento de Información Geográfica de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente, Andrés Sierra Gómez.

Mencionó que tampoco se deben construir más edificaciones sobre la duna, que también es el hábitat de especies como la tortuga marina.

De acuerdo con las proyecciones elaboradas mediante computadora, el panorama en la zona de playa cambiará radicalmente, ya que además de que aumentará la franja de arena se formarán también grandes espacios verdes por vegetación propia de la región.

Se espera que el 10 por ciento de los 400 mil metros cúbicos que se depositarán entre Chuburná y Yucalpetén se pierda y regrese al mar como parte de la dinámica de playa, por lo que se ha preparado un proyecto de conservación y mantenimiento en el que se prevé extraer más arena para completar los niveles alcanzados, de modo que se ha considerado un presupuesto de un poco más de un millón de pesos.

Indicó que en el presupuesto presentado se consideró solicitar los recursos para iniciar la segunda parte del proyecto de recuperación de playas, ahora en un tramo de siete kilómetros, desde Chicxulub Puerto a Uaymitún; ese tramo de la zona poniente también requerirá recursos para su mantenimiento.