Luis Fuente/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- A.M.A. y R.V.G., de 16 y 17 años de edad, respectivamente, fueron hallados culpables del secuestro de la señora Margarita O. J., de 73 años, en marzo pasado en esta ciudad.

Tras una audiencia de más de seis horas, en los primeros minutos de hoy la juez Manuela Chiu Dorantes, especializada en justicia oral para adolescentes, los halló culpables de los delitos de privación ilegal de la libertad, robo simple y robo de vehículo automotor.

La juzgadora tiene un plazo de 10 días para dar la individualización de las sanciones; la pena puede ser de hasta 15 años de internamiento en el Centro Especializado para la Aplicación de Medidas para Adolescentes (Ceama).

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En este proceso, que inició el día 1 de junio y concluyó el viernes 10, se desahogaron 11 testimonios, aportados por la Fiscalía, incluyendo a la víctima y sus hijas.

A.M.A. tiene antecedentes penales por lesiones, al igual que R.V.G., pero en casos distintos; este último también fue acusado de falsificación de documentos.

La causa penal señala que los hechos ocurrieron aproximadamente a las 8 de la noche del 16 de marzo pasado, cuando A.M.A. y R.V.G. interceptaron a la víctima en las afueras del casino “Life” en Plaza Galerías, en el norte de la ciudad, abordaron el vehículo de la víctima y, tras amordazarla, esposarla y taparle los ojos, 'la pasearon' dos horas por diversas calles de Mérida.

La llevaron al motel Recinto Real ubicado en el kilómetro 28 del periférico de esta ciudad, donde amenazaron a la señora con matarla si su familia no cooperaba.

Uno de los dos jóvenes, quien conducía el vehículo propiedad de la víctima, abandonó el automotor a espaldas de la iglesia de Nuestra Señora del Líbano, en la colonia México Norte, y regresó al motel, mientras que el otro adolescente realizó llamadas desde el celular de la agraviada a un familiar pidiendo 10 millones de pesos de rescate, pero luego redujeron el monto a dos millones.

Los adolescentes se apoderaron de la cantidad de 30 mil pesos y de 200 dólares que la víctima tenía en su bolso.

La detención de los jóvenes se dio en sitios diferentes, ya que uno de ellos fue arrestado cuando intentaba huir del lugar donde tenían retenida a la víctima, y el otro en una clínica de esta ciudad, ya que la agraviada pudo escuchar, durante el tiempo que estuvo con sus captores, que uno iría a una consulta médica.