José Salazar/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- El refrigerio que deben llevar los niños a la escuela desempeña un papel muy importante en su alimentación, ya que de él obtienen la energía y los nutrimentos que requieren durante la jornada escolar.

"El tamaño y la porción de los alimentos debe ser la adecuada para evitar que sientan hambre hasta la siguiente comida”, explicó la nutrióloga Marivette Medina Enríquez, de la Dirección de Nutrición y Enfermedades Crónicas de los Servicios de Salud de Yucatán (SSY).

La especialista en nutrición añadió que, por lo general, este refrigerio deberá incluir un alimento de cada uno de los grupos establecidos en el plato del bien comer, es decir, frutas, verduras, cereales, algún alimento de origen animal o leguminosa y una bebida, de preferencia agua natural.

“En esta temporada de calor, lo recomendable en cuanto a las frutas es elegir las que no pierden su textura antes de comerlas, ya que no hay nada peor para un niño que abrir su lonchera y encontrarse con algo negruzco, espeso, sin forma ni color por la descomposición”, expresó Medina Enríquez.

Indicó que ante las altas temperaturas que predominan en Yucatán, lo adecuado es incluir en el refrigerio de los infantes jícama, zanahoria, pepino, manzana, gajos de mandarina o naranja, uvas. También se recomienda mango cortado que no esté tan maduro; guayabas muy firmes; trocitos de melón, sandía y piña, todas éstas cortadas en piezas pequeñas y rociarles un de jugo de limón al gusto.

Dentro del grupo de los cereales, la nutrióloga de la Secretaría de Salud señaló que se puede incluir una rebanada de pan integral, galletas integrales, una barra de cereal integral o una pieza de pan dulce a gusto del niño, sólo que éste último no debe consumirse frecuentemente, enfatizó.

“Entre los alimentos que proporcionan proteínas podemos agregar al lunch de los pequeños nueces, cacahuates, semillas de girasol, crema de cacahuate o avellanas, los cuales son muy energéticos y nutritivos”, expresó.