Jorge Euán/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Especialistas aseguran que el uso de la tecnología para mejorar el proceso enseñanza-aprendizaje obliga a cambiar los métodos rutinarios por otros más ágiles para alcanzar las metas educativas. 

Al respecto, Sandra Moreno Rodríguez, especialista en Psicología y Orientación Vocacional y Profesional, asegura que la tecnología no debería representar un obstáculo, ya que maestros y padres pueden solventar esta brecha al acercarse un poco a las tecnologías que usan sus alumnos e hijos.

Sin embargo, en algunos profesores existe resistencia a estos cambios porque se rompe la rutina o se cree que los nuevos medios deshumanizan la enseñanza, desplazan a los docentes y que la educación en consecuencia perderá su aspecto humano.

Actualmente, dijo, con el aumento de las disciplinas de estudio, la especialización y el aumento de la demanda profesional, de lo que se olvidan los educadores es que la verdadera humanización de la educación sólo puede conseguirse con el uso adecuado de los recursos tecnológicos.

“El empleo de la tecnología libera al profesor del trabajo rutinario y de la mera transmisión de información, para permitirle realizar el trabajo de orientador y guía en la formación de sus alumnos”, precisó.

“Visto desde una perspectiva positiva, la tecnología puede ser una oportunidad para tener un mayor acercamiento a los estudiantes al adentrarse a un mundo que ellos manejan bien y que de alguna forma pueda ser el enlace para que los maestros comprendan el mundo virtual y/o digital, que fascina a los jóvenes”, explicó.

Señaló que el papel de los padres en este aspecto es fundamental, sobre todo en el nivel básico de educación, “ya que no es la misma ayuda que puede proporcionar un papá que concluyó la educación superior a uno que cuenta sólo con educación básica”.