Liberan a tortugas marinas sin tocarlas
Los quelonios necesitan reconocer la playa hasta hundirse en el océano y así poder regresar.
Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Desde hace algunos años, la liberación de crías de tortuga marina ha cambiado por diversos factores. La actividad se realiza en diversos campos tortugueros situados por toda la costa yucateca, desde Celestún hasta El Cuyo.
Autoridades federales y estatales indicaron que las constantes actividades que realizan para la conservación y protección de la especie, se han modificado.
Ahora, a quienes acuden a dichas actividades no se les permite tocar a los quelonios, el principal motivo es porque al ser recién nacidos su piel es muy sensible al contacto humano, lo que les podría ocasionar estrés, sufrimiento, traumatismo o hasta dolor que pudiera ponerlos en riesgo.
Con la porra “¡vamos tortugas!” niños viven la liberación de estas en Sisal. pic.twitter.com/bPsP9UYRkl
— Milenio Novedades (@MilenioYucatan) 11 de julio de 2018
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Otro factor, aunque no está científicamente comprobado, es que las crías que eclosionan necesitan hacer el reconocimiento de la playa a través del trayecto que realiza desde el nido hasta su llegada al mar; se cree que eso le sirve para que en la edad adulta puedan regresar al mismo sitio para depositar sus huevos.
Al respecto, el jefe del departamento de Conservación de Ecosistemas de la Secretaría de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente (Seduma), Luis Méndez González, explicó que hace algún tiempo se cambiaron las disposiciones durante la liberación de los quelonios porque también había quienes no soltaban a las tortugas y se las llevaban.
Las modificaciones están basadas en la Norma Oficial Mexicana (NOM) 162 de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales, que establece las medidas de protección, recuperación y manejo de la población de tortugas marinas. Las autoridades en la materia son las únicas que pueden manejar a las crías, a las que trasladan a la playa donde delimitan el área para que quienes acudan observen su recorrido sin tocarlas.