Yucatán tiene potencial para producir hasta 500,000 toneladas de carbón

La producción legal podría ser de gran impacto en la economía local. Un nuevo ‘material de construcción’

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“La producción de carbón, no sólo generaría este producto, sino también maderas aprovechables para artesanías, incluso como polines para la construcción de viviendas”, comentó el titular de la Seduma, Eduardo Batllori Sampedro. (Milenio Novedades)
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Ana Hernández/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Yucatán tiene potencial para producir al año hasta 500 mil toneladas de carbón sin causar la afectación que cada año ocurre, por el proceso de roza, tumba y quema de 100 mil hectáreas que además son financiadas con recursos federales para la siembra del maíz, señaló el secretario de Desarrollo Urbano y Medio Ambiente de Yucatán, Eduardo Batllori Sampedro.

El funcionario estatal comentó que el 70 por ciento de la superficie de Yucatán ha sufrido cambios, sólo un 30 por ciento se conserva original o casi intacta y parte del problema que vive la selva de la entidad, es el cambio del uso del suelo para actividades agrícolas cada año.

En la entidad, las poblaciones de Chocholá y de Uchebalam en Yaxcabá, son algunos de los principales sitios productores de carbón vegetal que se conocen.

La producción de 500 mil toneladas se basa en una generación de cinco toneladas por hectárea, ya que cada año 100 mil hectáreas de la entidad resienten los efectos de la práctica de roza tumba y quema, por lo que además al año se paga 130 millones de los productores a través de programas federales.

El problema para apoyar y reorganizarlos en la actividad como la generación legal del carbón, se deben a que este es un subproducto forestal, y no se considera un residuo aprovechable, entonces los productores prefieren seguir con la tradición de sembrar productos o extender la superficie para el pastoreo de animales.

“La producción de carbón, no sólo generaría este producto, sino también maderas aprovechables para artesanías, incluso como polines para la construcción de viviendas”, comentó.

Según estudios que la propia Seduma ha manejado al evaluar los efectos del cambio climático, en los últimos 20 años, más de la mitad de la vegetación natural del estado de Yucatán ha sufrido un severo deterioro y cambios relevantes a causa de las actividades humanas.

La deforestación y degradación representan uno de los principales problemas que ponen en riesgo la sustentabilidad del territorio estatal.

La superficie con cobertura de selvas representaba cerca de tres millones 208 mil 600 hectáreas en el año 1970 y solamente  dos millones 234 mil 800 hectáreas en el año 2000, lo que significa una pérdida anual de 1 por ciento en promedio en ese lapso.

Estos cambios han sido principalmente por actividades como agropecuarias, agrícolas de temporal itinerante y la conversión de selvas a pastizales para el desarrollo de las actividades pecuarias.

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