Joven emprendedor 'cocina' su futuro con altruismo

Coco Cuisine brinda una experiencia diferente a sus clientes, los comensales aprenden a preparar el platillo que van a consumir.

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'Aunque este negocio es diferente al otro, siempre tuve la idea de brindarles experiencias memorables a mis clientes, y en ambos negocios se logra, uno en la zona de combate y el otro en la cocina', aseguró Sergio González Alonso. (Milenio Novedades)
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Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yuc.- Con la convicción de que la experiencia y la emoción son un valor agregado en los negocios, el joven emprendedor Sergio González Alonso fundó Coco Cuisine, un lugar donde los comensales aprenden a preparar el platillo que van a consumir.  

De esta manera promueve el amor por la cocina y ha conformado una comunidad, que además de compartir la afición apoyan el proyecto altruista de este negocio, el cual ha servido dos mil cenas a los familiares de los pacientes del área de urgencias de hospitales públicos. 

Se trata de la iniciativa “Cocinando para otros”, mediante la cual un equipo de voluntarios coordinado por un chef prepara el alimento, cuyos ingredientes provienen de las donaciones de los clientes. 

El nombre se deriva de las palabras: cocina, convive y comparte. Considera que los ingredientes para emprender efectivamente son: perseverancia, disciplina, creer en ti y tu proyecto.

Sergio, de 27 años, es egresado de la carrera de Mercadotecnia y Negocios Internacionales de la Facultad de Contaduría y Administración de la Universidad Autónoma de Yucatán. 

¿Cómo nació Coco Cuisine?

Primero entro en una empresa, allí trabajo durante dos años y un día decido salirme y emprender. Tengo otro negocio de gotcha con otros amigos desde hacer casi cinco años, pero quería emprender por mi parte, si no es ahora cuándo.
Aunque este negocio es diferente al otro, siempre tuve la idea de brindarles experiencias memorables a los clientes, y en ambos se logra, en uno la zona de combate y  el otro en la cocina.

Con este objetivo quise que la gente viniera a aprender y a comer en un ambiente y una vivencia diferente a lo que había en Mérida.

¿Cuál consideras que es el valor agregado de tu negocio?

Lo bonito de la ciudad en un espacio fresco, abierto, cómodo, donde puedes ver las estrellas y hay un ambiente agradable.

Iniciamos en una casa del Centro Histórico y con el paso del tiempo necesitábamos crecer, y un mejor espacio, pero con el toque hogareño. Por eso cuando nos cambiamos optamos por elegir una casa, en vez de un local con explanada. Esto gracias a lo que nos sugerían los clientes, siempre nos hemos enfocado en ellos, en escuchar sus ideas, las valoramos y las llevamos a cabo.

¿Con qué capital iniciaste?

Con dinero propio. Para no gastar, en los inicios usamos copas hasta de mi mamá, luego poco a poco fuimos comprando más y mejores utensilios. Todo esto poniéndonos a prueba con el mercado. 

¿Cómo se asesoran para fortalecer el negocio?

Cuando comenzamos todo lo hacíamos a prueba y error, pero luego me acerqué a  una consultora, mi hermana (Ana Lucía) quien me dio un poco más de estructura, porque el concepto es bueno, pero necesitaba orden y con esa ayuda, ella también se integró al equipo, yo veo la parte operativa y Ana Lucía la administrativa. 

¿Qué observaste en la competencia?

Que no había competencia directa, más bien indirecta, porque hay lugares para comer con ambientes agradables, pero no hay un sitio que te brinde esta experiencia, todo con el acompañamiento de un chef (Fernando Sánchez Montejo) y que todos comen rico. 

Cada miércoles tenemos una junta para definir el menú.

¿Cómo te abriste espacio para entrar al mercado?

Con las redes sociales, para ir permeando en todos los sectores, además aplicamos una estrategia de generar promotores de marca, mediante invitados especiales, que tengan cierta influencia en grupos y que su recomendación es valiosa para atraer más clientes. 

Estamos en www.cococuisine.mx y redes sociales de Facebook e Instagram.

¿Cómo nació el proyecto altruista?

Al mes de que abrió Coco Cuisine ya tenía en la mente la idea de ayudar a los demás, no sabía cómo, pero en un momento lúcido, cuadré dos elementos: el altruismo y la cocina, y así nació el proyecto “Cocinando para otros”, en el que tenemos quienes aportan dinero y otros que ayudan a cocinar. Ofrecemos 250 cenas por mes, hasta la fecha sumamos 2 mil. 

¿Cuáles son tus siguientes pasos?

Ofrecer clases de cocina a los clientes con base en el plato del buen comer, presentado por una nutrióloga y el chef, que ayudará a ofrecer opciones saludables pero deliciosas. También preparar todo para que Coco Cuisine sea una franquicia, porque no conviene tener muchas sucursales en una misma ciudad, sino una en diferentes estados. Estamos en la parte de desarrollar los manuales y tener todo listo para la expansión. 

¿Qué lecciones consideras las más significativas?

El hecho de tener a mi cargo una responsabilidad de quedar bien con el cliente, y esmerarme en su total satisfacción y haga valer su dinero y la importancia de ser un buen líder con el equipo de trabajo.

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