Óscar Chan/Milenio Novedades
MÉRIDA, Yucatán.- Los resultados que Yucatán obtiene en el combate de la plaga de langostas, aprovechando la ventaja tecnológica del monitoreo a través de Vehículos Aéreos no Tripulados (VANT), mejor conocidos como “drones”, ha despertado el interés de la comunidad internacional para replicar el proyecto y proteger sus cultivos al controlar las zonas de gregarización (rápido crecimiento de la población) del insecto.

Mario Antonio Poot Pech, coordinador del programa de langosta en el Estado y representante del Comité Estatal de Sanidad Vegetal de Yucatán (Cesvy), refirió que la entidad concentra la zona de mayor reproducción de langosta a nivel nacional e incluso de Centroamérica, con una cifra de poco más de 420 mil hectáreas de la plaga, y es la única entidad del país que tiene ese control “robotizado”.

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Informó que aunque el proyecto se encuentra en la fase experimental, su uso se divide en dos partes: para la toma de fotografía y video en los posibles desplazamientos de mangas que van a las zonas urbanas, y para la toma de fotografías para la determinación de los nichos en los que se reproducen las plagas.

¿Ya está dando resultados? Cada vez se tiene un combate más efectivo de los insectos, por ejemplo, en lo que va de año, sobre todo ahora que han caído más lluvias en la zona oriente del Estado, han podido determinar la entrada de dos mangas menores en los alrededores de Mérida.

Asimismo ha permitido caracterizar las zonas en las que se producen los nichos ecológicos de la plaga e ir controlándolos, sin que generen mayores afectaciones para el cultivo y la agricultura yucateca.

“Llevamos como cuatro años de iniciado este proyecto y hemos estado avanzando. Al principio solo era la caracterización y el desplazamiento de las mangas, y nos ha servido mucho para ubicar y descartar zonas en las que pudiese ingresar la plaga, como, por ejemplo, en el límite con Campeche”.

El especialista añadió que en este año, con el uso de las VANT, se han interceptado dos mangas menores en los alrededores de la zona metropolitana de Mérida, que fueron de tamaño pequeño y se controlaron sin mayor problema.

“Una manga grande puede ser arriba de 30 hectárea, una mediana de 10 y una pequeña de hasta 5 o menos, y las que tuvimos en Mérida eran de dos o tres, y se presentaron entre enero y febrero”.

Precisó que en el Estado se han controlado poco más de 900 hectáreas de langosta en la zona de potrero, donde es difícil determinar, pero que han sido posibles con la ayuda de los VANT.

Aunque todo el año se realizan labores de control, por su biología, estos acrídidos tienen la capacidad de migrar, por lo que se examinan entre agosto y septiembre y entre diciembre y enero, dos épocas cruciales para el combate y las “cacerías”.

De acuerdo con el experto, el proyecto ha rendido importantes resultados, tanto que otros países han solicitado la capacitación a su personal para empezar a replicar el proyecto y combatir la plaga con ayuda de las nuevas tecnologías.

Destacó que el proyecto de los VANT podría mejorarse en los próximos años, con la introducción de tecnología infrarroja y una cámara hiperespectral que ayude a determinar la diferencia en cuanto a la coloración de la floración, lo que, sin duda, sería otro paso más en favor del combate a la plaga.