Cecilia Ricárdez/SIPSE
MÉRIDA, Yucatán.- Yanelli Vega Ojeda es la fundadora del Instituto Universitario Gerontológico de Yucatán (Inugey), único en su tipo en México con un modelo educativo innovador y pionero, incluso en América Latina; se considera una emprendedora que busca su trascendencia atendiendo al sector con más experiencia y a la vez con potencial para aprender y aportar a la sociedad. 

La joven experta en el tema gerontológico es la ganadora de la primera edición del Reto Emprendedor 2014, que le aportó un apoyo económico de 250 mil pesos. La convocatoria estuvo impulsada por el Gobierno del Estado en colaboración con el Instituto Yucateco del Emprendedor (IYEM).

Actualmente atienden a 40 alumnos, que además de aprender y compartir su experiencia, pueden aspirar a ser también facilitadores en otros cursos.

Se les capacita en temas de salud emocional, física, tecnologías de información y comunicación, arte y recreación, así como especialidades como gerontología-geriatría y gerontagogía, una nueva disciplina que se ocupa de desarrollar nuevos modelos para la formación de adultos no sólo en las capacidades intelectuales sino también en las sociales, afectivas y emocionales.

¿Cómo inicias en el proyecto y por qué en la rama de gerontología?

Siempre me interesó la educación del adulto mayor y desde el primer día de clases de la Licenciatura en Gerontología me enamoré de carrera. Luego estudié la maestría de Gerontología Social y me terminó de apasionar. Desde entonces tuve la oportunidad de capacitar y a los alumnos les hablaba de la importancia del tema. 

Hace cuatro años alguien me preguntó por qué no hacía algo más formal al respecto y la pregunta quedó en mi mente; afortunadamente trabajé en la coordinación de mi carrera, luego en la Secretaría de Salud, pero como emprendedora sabía que faltaba hacer algo. Entonces, con mi entonces novio, ahora esposo, me animé a hacer algo, escribimos el proyecto, mi tesis de maestría fue sobre necesidades educativas para adultos mayores y con todo ese material, contactando socios, colegas y entre altas y bajas, arrancamos oficialmente en 2012, constituyéndonos como asociación.

¿Cómo resuelves los aspectos propios de la empresa?

Me rodeo de la gente que sabe, tengo un buen contacto que me tiene paciencia para explicar todo el tema administrativo, porque yo no domino la cuestión fiscal, pero estoy dispuesta siempre a aprender, a capacitarme en estos aspectos; esto es lo que caracteriza al emprendedor, nunca debemos decir: ya sabemos todo, siempre hay que estar dispuesto a aprender. 

¿Cuál es el valor agregado de tu instituto?

Usamos el modelo Hermenéutico interpretativo es novedoso no existe en México, la aplicación de éste apenas se trabaja en Argentina y algunos esfuerzos en el DF, existen las Universidades del Adulto Mayor, las llamadas Uni 3, pero no como Escuela de Ciencias del Envejecimiento como la tiene Argentina, que son pioneros. Nosotros aportamos también desde Yucatán y seguimos en la lucha.

Desde una perspectiva social tiene un impacto totalmente relevante y queremos llegar a todas las personas, no a cierto sector económico. 

¿Cómo fue tu proceso de financiamiento?

Mientras tenía otro trabajo, al igual que los profesionales que colaboran, todos poníamos de nuestro bolsillo. En este arranque también fue muy importante el apoyo de la familia, mi esposo y hasta los mismos adultos mayores, que más que estudiantes terminan siendo tus amigos, porque en momentos de crisis en los que pensamos incluso en cerrar, todos nos alientan y afortunadamente la vida te manda señales y no te quedas sola.

Tal fue el caso de Reto Emprendedor que llegó en el momento más crítico y nos ayudó a dar un respiro, ahora planeamos cuáles serán los siguientes pasos. Uno de los que queremos fortalecer es el tema de promoción, para este fin ya contamos hasta con alumnas voluntarias que participan en la expos. 

¿El factor joven cómo influyó en tu trabajo con los adultos mayores?

Desde la primera vez que trabajé con ellos, no faltaba quien me percibiera como una jovencita que no tenía nada que aportarles, pero cuando me escuchaban hablar y notaban que tengo conocimiento en el tema, mi edad se les olvidó. Ellos aprenden de mí y yo aprendo muchísimo de ellos, ahora en mi círculo de amigos tengo muchas personas de la tercera edad.

¿Qué consejos compartirías con emprendedores que como tú buscan maneras de aportar y trascender?

No quedarte, continuar, actualizarte, porque hay que dar resultados y eso lleva a una gran responsabilidad, emprender no es fácil, pero tampoco es imposible. Nosotros queremos fomentar el envejecimiento activo, la realización personal e integración social del adulto mayor a través de la formación de éste y de personas interesadas en mejorar la calidad de vida de los mayores.