Conozca cuándo y dónde comenzará el Mundial

El estadio de Sao Paulo será sede este jueves del partido inaugural entre el pentacampeón del mundo, Brasil, y la refinada selección de Croacia.

|
El estadio Itaquerao de Sao Paulo, sede del partido inaugural del XX Mundial entre Brasil y Croacia tiene capacidad hasta para 61,600 espectadores. (Foto: AP)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
SAO PAULO, Brasil.- Cuando suene el silbatazo inicial de la Copa del Mundo, la interrogante probablemente no sea el resultado que consiga el anfitrión Brasil contra Croacia en juego del Grupo A.

Más bien, la pregunta es si el Estadio Itaquerao de Sao Paulo, también llamado Arena Corinhtians, pasará la prueba después de los retrasos y problemas que tuvo durante su construcción.

La sede del primer encuentro del Mundial de 2014, programado para comenzar a las 15:00 horas locales (17:00 de México),  es toda una incertidumbre hasta para los propios organizadores, publica The Associated Press.

Antes del partido se llevará a cabo la ceremonia de apertura, alrededor de las 13:00 horas, la cual culminará con un espectáculo musical de Jennifer López y Pitbull.

Muchos tienen dudas de si funcionará debidamente el jueves cuando sea llenado a su máxima capacidad -61,600 espectadores- y si éstos, incluyendo a jefes de Estado y personalidades extranjeras, estarán a salvo.

A un día de que ruede el balón, obreros de la prefectura de Sao Paulo aún daban los últimos toques a obras de infraestructura en las afueras del complejo, inmerso en un suburbio y a más de una hora en auto del centro de Sao Paulo.

Las huellas de los retrasos eran evidentes: paredes sin retocar y cajas de cables tiradas por las tribunas.

Reconocimientos de cancha

El centro de prensa comenzó a llenarse el miércoles debido a los reconocimientos de cancha que realizaban Brasil y Croacia. Estaba operativo.

"La sensación es que todo marcha tan rápido, que hay apuros en los últimos preparativos, pero al menos tenemos lo básico", comentó a The Associated Press Cristina Cubero, una periodista de Barcelona, España, que cubre su séptima Copa Mundial.

La organización y construcción de las sedes y obras de infraestructura en transporte han estado plagadas de cuestionamientos por los retrasos, aparte del enojo de los brasileños por lo que consideran un despilfarro en los gastos para poner en marcha las obras y por los supuestos actos de corrupción.

La más problemática

De las 12 sedes, la que más dolores de cabeza generó a los organizadores fue precisamente el Itaquerao debido a los retrasos en la construcción y también por el drama que representó la muerte de tres obreros durante su ejecución.

Se trata de una obra inconclusa y que albergará el choque inaugural a pesar de que la FIFA no logró que se hiciese allí una prueba final con el estadio a su máxima capacidad.

El 1 de junio se realizó en este campo el último ensayo con un partido de la liga brasileña, pero el estadio estuvo a media capacidad, pues las autoridades locales no habían expedido los permisos necesarios para utilizar unos graderíos temporales construidos para la cita mundialista.

Problemas por tráfico y goteras

No se presentaron dificultades mayores, pero muchos espectadores se quejaron de que tuvieron problemas para llegar por el tráfico intenso y la falta de indicaciones adecuadas por parte de las autoridades. En una prueba anterior, se registró goteo en el techo.

La jornada inaugural de la Copa del Mundo podría complicarse si los trabajadores del tren subterráneo de Sao Paulo deciden reanudar una huelga el jueves.

Algunos brasileños consideran que todo saldrá bien, aunque otros se muestran escépticos y molestos por el multimillonario gasto que ha representado al país montar el evento.

"Solo faltan algunos trabajos pequeños, pero todo está bonito y preparado para mañana", comentó a la AP el brasileño Valdemir, un obrero de 53 años de la prefectura de Sao Paulo, que daba retoques a la grama en las afueras del estadio. Muy cerca se utilizaba una máquina retroexcavadora para arreglar una parte de la acera por donde se desplazará el público.

Adentro del estadio, trabajadores podaban el césped, previo al reconocimiento del campo que realizaron los jugadores brasileños y croatas.

"No ha sido fácil tener el Itaquerao listo y también fue doloroso la muerte de algunos trabajadores, pero el fútbol es lo que nos gusta y tenemos que apoyar a la selección", agregó Valdemir.

Rafaela, una residente del barrio Itaquera, de 45 años, dijo a la AP que no tiene por qué estar feliz con el Mundial.

"¿Cómo gozar el fútbol si tenemos tantas dificultades en Brasil?", se quejó la mujer. "Además, me da mucha pena y tristeza todo lo malo que ha pasado con la construcción de los estadios".

Lo más leído

skeleton





skeleton