EFE
WASHINGTON, D.C.- El Gobierno de Estados Unidos anunció el lunes que abrirá tres nuevos centros para acoger a los inmigrantes indocumentados menores de edad que cruzan solos la frontera sur, con el objetivo de hacer frente al aumento de esas llegadas experimentado en los últimos meses.

Funcionarios de los Departamentos de Salud (HHS) y Seguridad Nacional (DHS) adelantaron a Efe que la apertura de esos centros, dos en Texas y al menos otro más en California, está prevista para este mismo mes.

La capacidad total de los centros de Texas será de mil camas, mientras que en el de California habrá 400, de acuerdo con los funcionarios, que hablaron bajo anonimato.

Normalmente las cifras de inmigrantes indocumentados que llegan ilegalmente a EU a través de la frontera aumentan en verano y luego descienden, pero este año las autoridades están viendo que los altos niveles de entradas en la época estival se han mantenido durante los meses siguientes.

En octubre pasado, cuatro mil 973 niños no acompañados cruzaron la frontera sur, lo que supone un incremento del 97 por ciento con respecto al mismo mes de 2014, cuando la cifra fue de dos mil 519 menores, según datos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP).

En noviembre la cifra fue de cinco mil 622 frente a los dos mil 610 del mismo mes de 2014, lo que significa un aumento del 115 por ciento.

En respuesta a ese aumento de detenciones de menores que cruzan la frontera en solitario, la Oficina de Reasentamiento de Refugiados del Departamento de Salud "ha iniciado un proceso para expandir" su capacidad de dar refugio temporal a esos niños, según explicó la portavoz del DHS, Marsha L. Catron, en una declaración enviada a Efe.

En virtud de ese proceso, esa oficina ha incrementado la disponibilidad de camas en noviembre de siete mil 900 a ocho mil 400, y ha pedido apoyo para que estén disponibles otras cinco mil más en un plazo de 30 días por si es necesario.

Las autoridades detuvieron en el año fiscal 2015, entre el 1 de octubre de 2014 y el 30 de septiembre de 2015, a 39 mil 970 menores sin acompañante en la frontera con México, un 42 por ciento menos que en el anterior año fiscal, de acuerdo con la CBP.

En el año fiscal 2014 se desató una crisis migratoria sin precedentes en la frontera suroeste y fueron casi el doble, 68 mil 541, los niños sin acompañante que intentaron cruzar desde México, en su mayoría procedentes de El Salvador, Guatemala y Honduras.

El presidente de EU, Barack Obama, clausuró los centros de detención de inmigrantes en 2009, poco después de su llegada al poder, pero decidió reabrirlos tras esa crisis de 2014.

A pesar de las críticas, el Gobierno ha mantenido su intención de continuar con los centros, aunque en línea con la reforma anunciada en junio pasado por el secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, para reducir el tiempo que las familias de inmigrantes permanecen en estas instalaciones.

Según datos del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE), en EE.UU. hay actualmente tres centros de detención de inmigrantes: Berks (Pensilvania), Karnes City y Dilley, ambos en Texas.

En Berks, había internadas a principios de agosto 76 personas (la capacidad es de 96); en Karnes City, con capacidad para 532 personas, hay 193 internos; y en Dilley permanecen mil 182 personas, aunque hay espacio para dos mil 400.

Durante los últimos meses, los centros de detención han centrado las críticas de activistas y congresistas, que presentaron quejas formales a Johnson para exigir el cierre de estas instalaciones que comparan con "cárceles" por el "grave" daño que causan a las madres y niños internados.

Tras la crisis migratoria de 2014, Obama pidió al Congreso la aprobación de mil millones de dólares para financiar la llamada Alianza para la Prosperidad con El Salvador, Guatemala y Honduras, un plan para fomentar el desarrollo en esos países y tratar de frenar la inmigración ilegal hacia Estados Unidos.

Sin embargo, el Congreso de EU aún no ha aprobado los fondos y la propuesta está siendo estudiada tanto en la Cámara de Representantes como en el Senado, pero con cantidades muy inferiores a los mil millones solicitados por Obama.