Alan Gross: No vale la pena seguir viviendo preso en Cuba

El abogado del estadounidense dice que su cliente se encuentra retraído y desanimado, por lo que se despidió de su esposa y una de sus hijas.

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Alan Gross está preso en La Habana desde hace cuatro años. (Agencias)
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Agencias
WASHINGTON, DC.- Alan Gross, el estadounidense detenido en Cuba, siente que no vale la pena seguir viviendo y se ha despedido de su familia, dijo el lunes su abogado.

Gross fue arrestado en Cuba en el 2009 cuando trabajaba clandestinamente para instalar acceso a internet. Su abogado, Scott Gilbert, dijo en una declaración el lunes que su cliente "se ha retraído" y le ha dicho que "la vida en la prisión no merece vivirse".

Gross siente que no puede tolerar mucho más la vida en la cárcel y se ha despedido de su esposa y una hija, dijo el abogado.

De acuerdo con The Associated Press, Gross había dicho anteriormente por medio de su defensor que sus 65 años, que cumplió en mayo, serían los últimos que celebraría en La Habana, "de un modo u otro".

Gross se despidió de su esposa y su hija menor durante una reciente visita a Cuba. Gross, que vivía en Maryland antes de su arresto, les había dicho a sus dos hijas que no fueran a verlo en la prisión.

Se informó que Gross se niega a recibir a los funcionarios de la sección de intereses estadounidenses en La Habana, que funciona como embajada en la isla

El detenido ha dejado de hacer ejercicios y su salud no es buena, dijo Gilbert, que planea visitar a su cliente esta semana. La cadera le está fallando y ha perdido la mayor parte de la visión en el ojo derecho. Su "deterioro emocional ha sido severo", dijo el abogado, particularmente tras la muerte en junio de la madre del detenido de 92 años.

Gross hablaba frecuentemente con su madre por teléfono, y cuando hizo una huelga de hambre de nueve días en abril fue su madre la que lo convenció de que la dejara. Gross había pedido al gobierno cubano permiso para regresar a Estados Unidos para el funeral pero se lo negaron.

Su esposa, Judy Gross, dijo en una declaración el lunes que nunca ha visto a su marido en tal mala condición desde que entró en la cárcel. Escribió que "su decisión de decirnos adiós fue descorazonadora".

Gross ahora se niega a recibir funcionarios de la sección de intereses estadounidenses en La Habana, que funciona en vez de embajada debido a que los dos países no mantienen relaciones diplomáticas formales.

Gross fue arrestado cuando trabajaba como subcontratista para la Agencia para el Desarrollo Internacional, del gobierno estadounidense, que promueve la democracia en la isla. Cuba considera que los programas de USAID son intentos ilegales por socavar su gobierno, y Gross fue juzgado y sentenciado a 15 años de prisión.

Asimismo el lunes, el abogado de Gross difundió una carta de un grupo de 300 rabinos al presidente Barack Obama instándolo a actuar para conseguir la liberación del detenido. Gross, que es judío, trabajaba con la reducida comunidad judía cubana para acceso a internet cuando fue detenido.

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