Algún día, 'Madiba' dormirá en una colina

En el pueblo natal de Nelson Mandela, los preparativos para el funeral están en marcha, aunque nadie lo diga por tabú.

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El apelativo cariñoso de "madiba" viene del nombre de su clan. (Archivo/MILENIO)
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Peter Beaumont/The Guardian
QUNU, Sudáfrica.-En el camino que cruza la pequeña aldea de Qunu, en el Cabo Este, una televisión local filma un grupo de niños jugando con un go-kart casero en una colina. Los periodistas les piden que levanten los puños y griten “¡Dalibhunga!” a la cámara, el nombre que se le dio a Nelson Mandela después de su circuncisión.

El 28 de junio, las topadoras comenzaron a excavar un par de rutas de acceso detrás de la casa del líder histórico, ambas subiendo a una elevación de pasto amarillo desde la que se ve la aldea, y que convergen en una saliente rocosa con flores anaranjadas brillantes.

Los residentes de la aldea natal de Mandela, donde vivió cuando era niño y a la que regresó después de sus 27 años de prisión, comprenden muy bien lo que significan estos preparativos. Los caminos, cuya apertura se inició después de los primeros episodios serios de mala salud de Mandela, guiarán a los dolientes a la tumba de su héroe.

Los periodistas que llegaron a entrevistar a los habitantes de Qunu, con topadoras, policía y personajes vestidos con sencillez, que supervisan el área, señalan algo de lo que la mayoría de la aldea no quiere hablar abiertamente, pero que tienen que aceptar: muy pronto, el hijo más famoso de Qunu estará enterrado en una colina viendo hacia las casas de colores pastel. Si los aldeanos son cautelosos sobre sus comentarios referentes a la actividad en Qunu, es porque según las costumbres de la tribu xhosa es tabú hablar de la muerte de una persona mientras ésta sigue viva.

Periodistas ya están en la aldea natal

La tensión en la aldea se ha elevado porque Mandela nunca ha dado instrucciones exactas sobre su funeral. En su lugar, el gobierno de Sudáfrica se ha visto forzado a confiar en las indicaciones que hizo hace 20 años, insistiendo en términos generales en su deseo de ceremonias sencillas en Qunu.

Así, como la mayoría de los sudafricanos, los residentes de Qunu, incluyendo a sus familiares, han tenido que apoyarse en la poca información de los medios, mientras observan los preparativos para un evento que, esperan, todavía no ocurra.

Sin embargo, la mortalidad del personaje más celebrado de África se ha impuesto en las vidas de los residentes de Qunu. Desde hace mucho, los medios internacionales compraron los derechos para acomodar sus equipos en los lotes de tierra adjuntos a las casas que bordean el camino principal, cerca de la casa de Mandela.

No está claro si el lugar en el que descansarán los restos del también premio Nobel de la Paz será un lugar público o privado

En la cercana Mthatha, donde el 27 de junio llegaron a sus juzgados las disputas familiares sobre el lugar en el que debería ser enterrado Mandela, las posadas y hoteles están llenos desde hace mucho. Por ahora, sin embargo, los medios acampan afuera del hospital en Pretoria en el que permanece internado Mandela.

Frente a la casa de Mandela, una mujer joven vende fruta en su coche. Está encantada de hablar, pero prefiere no ser identificada por su nombre xhosa y pide que la llamen Amanda, quejándose de que ya la citaron mal en comentarios anteriores.

“La familia de Madiba necesita el espacio y el tiempo para llorarlo”, dice usando el nombre de clan de Mandela, por el que es afectivamente conocido. Dice que comprende las preocupaciones de la familia —en especial las de su hija Makaziwe, quien calificó de “buitres” a los medios reunidos afuera del hospital— pero añade que cree que “nunca hay una forma correcta”.

En su casa, frente al lugar en el que será sepultado Mandela, la nieta del expresidente acuna a su hijo de siete semanas. “Empezaron de nuevo hace unos días”, afirman indicando las topadoras.

Sobre los reportes de que una gran área alrededor de Qunu podría ser acordonada para el funeral, añadió: “No creo que eso esté bien, Madiba es para todos. “Lo recuerdo como un hombre amable. Íbamos a su casa para Navidad. Cuando yo era chica en realidad no sabía tanto sobre su vida.”

En el Museo Nelson Mandela, Nokuzola Tetani, de 52 años, quien siempre ha vivido en Qunu, está ansiosa de que la familia de Nelson Mandela continúe con su legado.

Tampoco está claro si el lugar en el que descansarán los restos del también premio Nobel de la Paz será un lugar público o privado. Makaziwe indicó que la tumba -lejos de ser un monumento público- probablemente será considerada un lugar privado.

“Las tumbas familiares no son para el público”, le dijo a la emisora estatal. “Son para el público una vez, cuando sepultas a un ser querido e invitas gente al sepelio. Eso es todo, después se convierten estrictamente en un lugar sagrado para la familia.”

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