Alivio a indocumentados, pero no para todos

Millones de indocumentados podrán solicitar la protección de las autoridades, pero muchos otros quedaron excluidos.

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A pesar de beneficiar a millones de indocumentados, las medidas anunciadas por Obama dejan en el aire a poco más de la mitad de ilegales que residen en Estados Unidos. (AP)
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Agencias
WASHINGTON, D.C.- El anuncio más esperado por millones de indocumentados residentes en los Estados Unidos llegó este jueves: el presidente Obama dictó un paquete de medidas ejecutivas que beneficiarán a buena parte de ellos, pero hay ciertas restricciones. La información es de The Associated Press.

Hubo aplausos pero no fueron muy efusivos en la sede de la Coalición por los Derechos Humanos de los Inmigrantes, en Los Ángeles, cuando el Presidente anunció una serie de medidas que impiden la deportación de millones de personas y, a su vez, les otorga un estatus legal temporal.

Las más de 50 personas que escucharon con atención el discurso televisado del presidente Barack Obama sintieron alivio tras el anuncio pero la euforia quedó para otro día pues muchos inmigrantes sin autorización se quedaron sin poder solicitar a las autoridades las protecciones señaladas.

"Tenemos la fortuna de decir que ya no tenemos temor a la deportación y de tener con nosotros a nuestros hijos", dijo Isabel Medina, una mexicana de 41 años con tres hijos, dos de ellos, Jimmy y Ryan, nacidos en Estados Unidos. "Es un gran alivio, nuestra vida comienza a cambiar".

'Aprueben la ley'

Sin dar mayor importancia a la indignación de los republicanos, el presidente Barack Obama anunció una amplia gama de medidas ejecutivas de largo alcance en materia migratoria que evitarán la deportación de casi 5 millones de personas que viven de manera ilegal en Estados Unidos y que enfocarán los esfuerzos en "delincuentes, no en las familias".

Las medidas, que benefician mayormente a padres de familia y jóvenes, representan los cambios más grandes a las fracturadas leyes de inmigración del país en casi tres décadas y preparan el terreno para un áspero roce con los republicanos sobre los límites de la autoridad presidencial.

En un discurso televisado a la nación, Obama defendió la legalidad de sus acciones y retó a los legisladores republicanos a enfocar su energía no en bloquear sus acciones sino en aprobar la iniciativa de ley que ha estado estancada en el Congreso.

"A aquellos miembros del Congreso que ponen en duda mi autoridad para hacer que nuestro sistema de inmigración funcione mejor, o que cuestionan mi prudencia para actuar donde el Congreso no lo ha hecho, les tengo una respuesta: aprueben una ley", dijo Obama, haciendo valer su autoridad sólo dos semanas después que su estatura política fue impugnada en las elecciones legislativas.

Los beneficiarios

Obama anunció que congelará la deportación de aquellos que llevan más de cinco años en Estados Unidos, tengan hijos estadounidenses o residentes permanentes, se someten a una completa revisión de antecedentes criminales y paguen sus impuestos.

La medida deja por fuera a los padres de los jóvenes inmigrantes que fueron traídos al país de manera ilegal cuando eran niños.

Este grupo de jóvenes había sido beneficiado con la misma medida: estatus legal temporal, suspensión de la deportación y un permiso de trabajo válido por dos años, pero el anuncio del jueves amplía este programa a otros inmigrantes: quienes fueron traídos ilegalmente por sus padres antes del 1 de enero del 2010.

También se elimina el requisito de tener que ser menor de 31 años para ser elegible para el programa de suspensión de la deportación.

"La gente va a salir de las sombras, va a declarar que está aquí ilegalmente y van a obtener la promesa de que no se les deportará"

Aunque las medidas anunciadas por Obama tienen impacto en un alto número de personas, dejan en el limbo a más de la mitad de los 11 millones de inmigrantes que viven ilegalmente en Estados Unidos. El presidente anunció nuevas prioridades de deportación que obligarían a la policía de inmigración a centrar sus esfuerzos en rastrear a criminales y a individuos que han cruzado la frontera recientemente, y a restar importancia a la deportación de personas que han estado en el país por más de 10 años.

El mandatario hizo énfasis en que sus acciones no representan una amnistía.

"Amnistía es el sistema de inmigración que tenemos ahora, millones de personas que viven aquí sin pagar impuestos y sin cumplir con las reglas, mientras los políticos usan el tema para asustar al pueblo y ganar votos en época de elecciones", manifestó.

La reacción de partidarios de derechos de inmigrantes y opositores a la inmigración ilegal no se hizo esperar.

En Manhattan, Nueva York, un par de manifestantes sostenían pancartas con el lema "No amnistía" en referencia al alivio migratorio anunciado frente a las puertas del sindicato Service Employees International Union, donde unos 200 miembros escuchaban la alocución presidencial de Obama televisada nacional e internacionalmente.

"Tenemos a muchos estadounidenses desempleados ahora y no entiendo por qué no pueden ser contratados para hacer el trabajo que estos ilegales hacen", dijo John Wilson, uno de los manifestantes.

Obama había prometido proferir estas medidas este año si el Congreso no aprobaba una reforma migratoria que abra una vía a la naturalización de unos 11 millones de inmigrantes que viven sin autorización legal.

Opiniones encontradas

Frank Sharry, director ejecutivo de America's Voice, una organización que habla a favor de los derechos de inmigrantes no autorizados, describió el decreto como "la mayor victoria para los inmigrantes y sus aliados en 25 años".

"Una acción ejecutiva no es sustituto del cambio legislativo permanente que aun necesitamos pero finalmente alguien hace algo para cambiar las cosas", dijo Sharry en un comunicado. "Felicitamos al presidente por actuar y tirar hacia adelante".

La presidenta del Consejo Nacional de La Raza, Janet Murguía, dijo que el decreto de Obama mejorará la seguridad y economía del país, además de aportar estabilidad a millones de familias.

Sin embargo, la profesora de políticas públicas Ann Lin, de la Universidad de Michigan, no fue tan optimista.

"Esto no es una legalización", dijo. "La gente va a salir de las sombras, va a declarar que está aquí ilegalmente y van a obtener la promesa de que no se les deportará y obtendrán un permiso para trabajar temporalmente. Es algo muy limitado".

Para el senador republicano de la Florida Marco Rubio el decreto de Obama es un paso erróneo, ya que primero debería reforzarse la seguridad en la frontera y después modernizar el sistema migratorio, señaló.

"Después de hacer todo eso, eventualmente tendremos que lidiar con los que están aquí ilegalmente, de forma razonable y responsable", dijo Rubio en un comunicado. "Las acciones del presidente hacen eso más difícil y son injustas para la gente en nuestro sistema migratorio que hace las cosas de forma correcta".

El representante demócrata por Illinois, Luis Gutiérrez, una de las principales voces en el Congreso a favor de una reforma migratoria, celebró el jueves "el coraje" del presidente y dijo que seguirá luchando por los inmigrantes que no se beneficiarán del decreto.

"El desafío básico de aprobar un proyecto de ley en la cámara baja, controlada por los republicanos, no ha cambiado", dijo Gutiérrez en un comunicado.

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