Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- El  gobierno  argentino prevé un crecimiento económico de 4.4 por ciento para 2013 , así como un aumento mínimo en el precio del dólar y una inflación de 10.8 por ciento.

En noviembre pasado, al defender el presupuesto para el próximo año, el ministro de Economía, Hernán Lorenzino, previó que al cierre de 2012 habrá una expansión económica de 3.4 por ciento y no de 5.1 por ciento como se proyectó originalmente.

Pese a que las expectativas no se cumplieron debido al impacto de la crisis financiera internacional, el gobierno de la presidenta Cristina Fernández celebra que este país sudamericano haya crecido, al igual que el resto de la región, informó Notimex.

De acuerdo con las previsiones oficiales, el precio oficial del dólar crecerá de manera paulatina de los 4.6 pesos argentinos actuales hasta llegar a 5.10, con lo cual se descarta el abrupto incremento solicitado por algunos sectores económicos.

Uno de los indicadores más polémicos es el de la inflación, ya que el gobierno prevé un aumento de precios de 10.8 por ciento para 2013, pero desde hace cinco años esta tasa no corresponde con las estimaciones privadas, las cuales la duplican.

Liquidará compromisos

En materia de deuda, Argentina utilizará el próximo año siete mil 967 millones de dólares de reservas del Banco Central para liquidar compromisos con acreedores, lo que representa un 40 por ciento más de lo que destinó en 2012.

Lorenzino recordó que uno de los pilares de la economía argentina es la política de desendeudamiento aplicada por el gobierno desde 2003, lo que ha logrado que, a diferencia de hace una década, la deuda deje de poner en riesgo la solidez macroeconómica del país.

Por otra parte, explicó, el gasto público y la inversión social se mantendrán como cimientos de un modelo económico alejado de las políticas de ajuste que demandan y aplican países desarrollados, pese a que ya se demostró que en Argentina esas recetas fracasaron.

Pese a las visiones optimistas del gobierno, la deuda sigue siendo un fuerte dolor de cabeza para Argentina, ya que en febrero próximo la Cámara de Apelaciones de Nueva York dictaminará el camino a seguir con los fondos especuladores.

Los "fondos buitre", llamados así porque son empresas o privados radicados en paraísos fiscales que sólo especulan con bonos de países en problemas financieros, pretenden que se les paguen los mil 330 millones que les adeuda Argentina.

Estos bonistas sólo representan 7.0 por ciento de los acreedores de Argentina, pero son los únicos que se negaron a sumarse al canje realizado a partir de 2005 y que implicaba rebajas en la deuda de hasta 75 por ciento.

Mientras no se resuelva la situación con los "fondos buitre", la economía argentina seguirá sin poder acceder a créditos internacionales de financiamiento, lo que complica sus proyectos de desarrollo y su macroeconomía, coinciden analistas económicos.