Agencias
DAMASCO, Siria.- Por lo menos 15 personas murieron y 20 resultaron heridas cuando balas de mortero hicieron impacto el jueves en una cafetería de la Universidad de Damasco en el más mortífero de una serie de ataques a la sede del poder del presidente Bashar al Assad, dijeron la prensa estatal y un funcionario.

Los rebeldes empezaron a disparar contra la capital este año, y los ataques se han hecho más frecuentes en las últimas semanas a medida que los rebeldes chocan con soldados del gobierno en el este y el sur de la capital, dio a conocer The Associated Press.

La televisión estatal dijo en un principio que 12 personas murieron cuando los proyectiles cayeron sobre la cafetería del departamento de arquitectura en el distrito central de Baramkeh. Más tarde se informó que los muertos sumaban 15.

Un funcionario sirio que habló con The Associated Press con la condición del anonimato, por no estar autorizado a emitir declaraciones oficiales, dijo que el ataque dejó al menos 20 heridos.

Nadie se atribuyó inmediatamente el ataque, que se produjo dos días después que los rebeldes lanzaron morteros que mataron a por lo menos tres personas e hirieron a decenas en Damasco.

Los cañoneos no suelen dejar demasiadas víctimas, pero han alterado el aura de normalidad que el régimen ha tratado de cultivar en la capital.

El gobierno atribuyó el ataque a "terroristas", el término que usa para los rebeldes que luchan por derrocar a Assad, y lo calificó de "matanza bárbara".

La emisora de televisión Al-Ikhbariya, del gobierno, mostró la escena del ataque con charcos de sangre en la cafetería al aire libre.

El Observatorio Sirio por los Derechos Humanos, con sede en Gran Bretaña, confirmó el ataque y dijo que muchos de los heridos se encontraban en estado crítico.

Más armas a rebeldes

Las potencias militares que se oponen al régimen del presidente sirio Bashar Al Assad han acelerado drásticamente el abasto de armas a los rebeldes en coordinación con Estados Unidos mientras se preparan para incrementar la presión en la capital, Damasco, dijeron autoridades y expertos militares occidentales.

Una operación secreta preparada cuidadosamente está armando a los rebeles e involucra a Jordania, Arabia Saudí, Turquía y Qatar.

Estados Unidos y otros gobiernos occidentales sostendrían en tanto consultas y todas las partes tienen facultades para objetar a dónde se dirigen los envíos, según un funcionario árabe cuyo gobierno está participando. Su información fue corroborada el miércoles por un diplomático y dos expertos militares.

El funcionario árabe dijo que el número de envíos aéreos de armas se ha duplicado en las últimas cuatro semanas. No dio cifras exactas del número de vuelos o del tamaño de los cargamentos.

Jordania abrió sus rutas para las armas a finales del año pasado, en medio de las preocupaciones de Washington de que las armas enviadas desde Turquía cayeran en manos de extremistas islámicos, dijeron las cuatro fuentes.

Jordania niega ayuda

Los dos expertos militares, que siguen de cerca el traslado, dijeron que los envíos incluyen armamento más poderoso como antitanques de fabricación croata y cohetes que los rebeldes han tenido antes.

El funcionario árabe dijo que hay un "plan maestro" para que los rebeldes tomen Damasco. Esa fuente y los diplomáticos hablaron con la condición del anonimato, incluso sus nacionalidades, porque el operativo es secreto.

"La idea es que ahora los rebeldes tengan los medios necesarios para avanzar desde posiciones diferentes, el norte desde Turquía y el sur desde Jordania, para cercar Damasco y derrocar a Assad", dijo el funcionario árabe.

No quiso dar más detalles, pero dijo que el plan se está preparando por etapas y pasarán "días o semanas" para ver resultados.

Los rebeldes han capturado suburbios alrededor de Damasco, pero no han podido traspasar la capital que está fuertemente resguardada. En su lugar, han llegado a vecindarios centrales de la ciudad con descargas de mortero cada vez más fuertes desde sus posiciones hacia el noreste y sur.

La ONU calcula que la guerra civil en Siria que comenzó en marzo de 2011 ha dejado al menos 70 mil muertos.