Agencias
ABUJA, Nigeria.- Múltiples explosiones sacudieron las inmediaciones de la ciudad de Maiduguri, en el noreste de Nigeria, tres días después de que al menos 10 personas murieron y decenas más resultaron heridas en un ataque del grupo islamita Boko Haram en esa urbe.

Las fuertes explosiones se escucharon en las áreas de Kayamla y Dalori, donde decenas de residentes huyeron despavoridos ante el temor de un nuevo ataque o de que el grupo islamista intente tomar el control de Maiduguri, según la edición electrónica del diario News 24, citada por Notimex.

"No estamos seguros si los terroristas están planeando invadir la ciudad pero el sonido de vibraciones es devastador", dijo un empleado de la Universidad de Maiduguri, en declaraciones a la prensa, en su huida a un lugar alejado de la región.

Las detonaciones, cuyo origen no ha sido determinado, tuvieron lugar luego de que el jueves pasado 10 personas perdieron la vida y 39 más resultaron heridas en un ataque explosivo en Maiduguri, perpetrado por cuatro mujeres suicidas, ligadas a Boko Haram.

Una mujer, quien huyó de la localidad de Dalori, a unos 11 kilómetros de Maiduguri, dijo que las detonaciones eran tan extremecedoras que no le quedó más remedio que abandonar su casa, junto con sus tres hijas.

Más de 17 mil muertos

Según el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), un gran número de menores y mujeres secuestradas por Boko Haram han sido entrenadas u obligadas para llevar a acabo atentados suicidas en el norte del país, principalmente en Maiduguri.

En los alrededores de Abuja, la capital, también se registraron varias explosiones atribuidas al grupo islamista, que se ha declarado leal al extremista Estado Islámico (EI), que opera en Siria e Irak, matando a unas 15 personas.

Boko Haram, que en lengua husa significa “la educación occidental es un pecado”, ha aterrorizado a la población del norte de Nigeria desde 2009, perpetrando ataques contra la policía, escuelas, iglesias y civiles, además de bombardear varios edificios del gobierno y secuestrar muchos civiles.

Se calcula que más de 17 mil personas han muerto, la mayoría civiles, y más de 2.5 millones han abandonado sus hogares a consecuencia de la violenta lucha del grupo extremista para tratar de imponer un estado islamista en el norte de Nigeria e imponer la Sharia (ley islámica).