Agencias
BOGOTÁ, Colombia.- Aunque ajenos al ritmo tropical, el aguardiente colombiano, posicionado como la bebida típica del país, por encima de la ancestral chicha, tiene a los europeos y asiáticos como sus mayores consumidores, debido a su variedad y sabor.

En entrevista con Notimex, el asesor de Licores colombiano Juan Pastrana, consideró que aunque el mercado es “bastante amplio”, el número de compradores de países como España, Inglaterra, Japón y China, es cada vez más alto.

“Aguardientes como el Antioqueño, Néctar y Cristal, así como el ron, no solo han tenido éxito en Colombia, sino también en otros lugares, donde llegan como productos de exportación o porque alguien los lleva como obsequio”, apuntó.

Empresas como la Industria Colombiana de Licores (ICL), han logrado consolidarse en el mercado chino en la última década, pese a la competencia que existe, con productos variados, gracias a su aroma y sabor.

Pero las exportaciones no son solo al país asiático, sino también a Estados Unidos -donde residen muchos colombianos-, a Centroamérica y Sudamérica, donde el aguardiente y el ron son apetecidos por los clientes.

Amplia variedad de licores

Según Pastrana, algunos extranjeros complementan su compra con cremas de whisky o cremas de café nacionales, “dentro de toda una gran variedad que ofrece el mercado de licores en Colombia para todas las edades y gustos”.

Pese a la “inmensa” oferta de tragos importados, el especialista en ventas cree que el licor colombiano es uno de los favoritos tanto para residentes como visitantes, como lo demuestran los registros de los últimos años.

En tan solo 2012, las licoreras a nivel nacional vendieron más de 94 millones de botellas de aguardiente, 24 millones más que seis años atrás, comportamiento atribuido por Pastrana a la innovación y calidad de los productos.

Se calcula que las ventas en empresas como Néctar, crecieron en más de 25 por ciento, tendencia que se ha mantenido en los últimos dos años por el dinamismo en sus categorías, como el aguardiente sin azúcar y las bebidas especializadas.

La mayor demanda “se presenta entre jueves y domingo, tiempo en el que sus ventas llegan a aumentar hasta en un 50 por ciento en el mercado nacional, frente a lo que se expende durante la semana”, subrayó Pastrana.

Las licoreras colombianas admiten que de la mano de la variedad, está también la inversión publicitaria y la renovación tecnológica para mejorar costos y volverse más competitivos ante un mercado cada vez más exigente.

Lo cierto es que el aguardiente, en sus diferentes ramas, logró desplazar a la chicha, una bebida típica de Colombia de la época prehispánica, de bajo grado de alcohol, la cual es elaborada a base de maíz en fermentación.