Autopsia de Videla revela muerte por hemorragia interna

El exdictador, que purgaba cadena perpetua en prisión, sufrió una caída mientras se duchaa, fracturándose el publis y las costillas.

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Hasta el momento, se ignora donde será sepultado el exdictador. (Reuters)
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Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- Jorge Rafael Videla, quien fuera dictador de Argentina, murió a causa de las fracturas internas y posterior hemorragia que sufrió por una caída mientras se duchaba en la cárcel donde cumplía cadena perpetua por delitos de lesa humanidad, reveló un informe preliminar de la autopsia.

Videla, de 87 años, fue hallado sin vida el viernes en su celda de la penitenciaría de Marcos Paz. Las pericias forenses determinaron que cinco días antes el exgeneral había sufrido una caída mientras se duchaba que le provocó "fracturas en el pubis y en una de sus costillas".

El reporte agregó que las heridas causaron una hemorragia interna "que derivó en un paro cardíaco", según informa AP.

"Murió Videla. La noticia me paralizó", dijo la líder de las Abuelas de la Plaza de Mayo

Según la agencia estatal Télam, la inhumación de los restos del expresidente de facto podría demorarse varios días ya que el juez que entiende en el caso, Juan Pablo Salas, pidió "estudios complementarios".

Su familia tendría la intención de enterrarlo en el cementerio de la localidad de Mercedes, localidad al norte de la capital. Allí nació Videla el 2 de agosto de 1925. Sin embargo, la presencia en el lugar de militantes de organismos de derechos humanos podría hacerlos cambiar de opinión.

Videla cumplía tres condenas: había sido sentenciado a prisión perpetua en el histórico Juicio a las Juntas Militares de 1985.

En 2010 un tribunal federal de la ciudad de Córdoba, a unos 700 kilómetros de Buenos Aires, le dictó la misma pena como responsable de los delitos de imposición de tormentos, homicidio calificado y tormentos seguidos de muerte de 31 disidentes.

También cumplía una condena a 50 años por el robo de hijos de personas desaparecidas por los militares a su mando y que luego eran entregados a familias afines al régimen militar de 1976-1983.

Al morir, estaba siendo juzgado en la capital argentina por un tribunal federal junto a más de 20 imputados por violaciones a los derechos humanas cometidas en el marco del Plan Cóndor, como se denominó al acuerdo que sellaron en los años setenta las dictaduras sudamericanas para perseguir a opositores políticos en la región.

Y estaba procesado en otras nueve causas que todavía no se elevaron a juicio oral.

"Murió Videla. La noticia me paralizó", expresó Hebe de Bonafini, la líder de las Abuelas de Plaza de Mayo que hasta este lunes no se había pronunciado sobre la muerte del exdictador.

"Inmediatamente empecé a pensar en mis hijos... y en las torturas a las que fueron sometidos. Veía sus caras gritando, pidiéndome, llamando a todos, como hicieron todos en los momentos más terribles, cuando estaban solos, en los momentos de mayor tortura", dijo la dirigente en un comunicado.

Bonafini tiene dos hijos desaparecidos: "Hoy (por lunes) decidí escribir algo para que todos los que esperaban mi voz se enteren que pensaba. Me quedé ahogada de dolor, de angustia, bronca y tristeza pero de repente me estalló el corazón y dije: ¡Qué suerte que tuvimos hijos tan valientes! Esa es la única felicidad que me surgió al final: la valentía de nuestros hijos de dar sus vidas para que otros vivan", concluyó.

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