Masacre en San Bernardino pudo ser peor

Los esposos que mataron a 14 personas dejaron tres bombas caseras unidas y vinculadas con un dispositivo de control remoto.

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Jarrod Burguan, jefe de la Policía de San Bernardino, en conferencia de prensa cerca de donde ocurrió la matanza del miércoles, el jueves 3 de diciembre de 2015 en San Bernardino, California. (Foto AP/Chris Carlson)
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Agencias
SAN BERNARDINO, California, EU.- Los esposos que masacraron a 14 personas en un banquete de empleados dispararon hasta 75 cartuchos de fusil en el ataque, dejaron tres bombas caseras unidas y vinculadas con un dispositivo de control remoto que aparentemente falló, y tenían más de mil 600 balas cuando fueron abatidos en su camioneta deportiva, dijeron el jueves las autoridades, según publica The Associated Press.

En su vivienda había 12 bombas caseras, herramientas para hacer más explosivos de ese tipo, y más de tres mil cartuchos adicionales de municiones, dijo Jarrod Burguan, jefe policial, en un lúgubre inventario a la mañana siguiente de la matanza que deja entrever que el baño de sangre del miércoles podría haber sido mucho peor.

Vestidos con ropa negra para ataques estratégicos y blandiendo fusiles de asalto, Syed Rizwan Farook, un inspector de restaurantes del condado de 28 años de edad, y su esposa, Tashfin Malik, de 27, abrieron fuego en un centro de servicio social poco después de que él se fue de un banquete en el cual había estado participando.

Cuatro horas después y a algunos kilómetros de distancia, la pareja fue acribillada de muerte en su vehículo rentado en una intensa balacera con la policía. Durante el tiroteo ambos hicieron 76 disparos, mientras que los agentes les arrojaron unas 380 balas, señaló Burguan.

Fue la balacera masiva más letal en el país desde la tragedia escolar en Newton, Connecticut, hace tres años en la que fallecieron 26 niños y adultos.

* El almacén de bombas caseras y municiones fue hallado en una vivienda en Redlands, a unos 11 km de la masacre en el Centro Regional Inland

Después de que el FBI asumió la investigación, las autoridades intentaban dilucidar por qué la pareja dejó atrás a su hija de 6 meses y se lanzó a realizar la masacre en esta ciudad del sur de California de 214 mil habitantes.

En la Casa Blanca, el presidente Barack Obama dijo tras reunirse con su equipo de seguridad nacional que es "posible que esto haya estado relacionado con el terrorismo", pero las autoridades no están seguras de ello. Planteó la posibilidad de que se haya tratado de una disputa laboral o que haya habido diversos móviles.

Expertos policiales dijeron que los investigadores bien podrían concluir que los asesinos tenían más de una motivación.

Farook nació en Estados Unidos en una familia paquistaní, fue criado en el sur de California y llevaba cinco años como empleado del condado de San Bernardino, de acuerdo con las autoridades y personas que lo conocían. Las autoridades dijeron que Malik llegó a Estados Unidos con un pasaporte paquistaní y una visa de prometida en julio de 2014.

El almacén de bombas caseras, herramientas y municiones fue hallado en una vivienda en Redlands, a unos 11 kilómetros (7 millas) de la masacre en el Centro Regional Inland. Los investigadores dijeron que Farook y su esposa estaban mencionados en el acuerdo de arrendamiento, pero se desconoce si vivían allí.

Las autoridades federales indicaron que los dos fusiles de asalto y las dos pistolas utilizadas en la masacre habían sido adquiridos legalmente, pero no dijeron cómo fue que las armas terminaron en manos de los agresores.

La tragedia

La pareja ingresó al centro ubicado a unos 96 kilómetros (60 millas) al este de Los Ángeles alrededor de las 11 de la mañana y abrió fuego en un área de conferencias que las autoridades de salud del condado habían rentado para su banquete. Farook había asistido al evento, se fue y luego volvió.

Su compañero Patrick Baccari dijo que él estaba sentado en la misma mesa que Farook antes de que el joven desapareciera repentinamente y dejara su abrigo en su silla. Baccari indicó que, cuando la balacera comenzó, él se refugió en un baño y sufrió heridas menores a consecuencia de la metralla que perforó el muro.

La balacera duró unos cinco minutos, dijo, y cuando se vio en el espejo se dio cuenta que estaba sangrando.

"Si no hubiera estado en el baño, probablemente estaría muerto en el piso", afirmó.

Baccari describió a Farook como un tipo reservado que no mostraba indicios de comportamiento inusual. Anteriormente este año viajó a Arabia Saudí, se ausentó de la oficina aproximadamente un mes y regresó con una esposa, agregó. Posteriormente se dejó crecer la barba.

La pareja dejó a su hija con unos parientes el miércoles por la mañana, y les dijeron que tenían una cita con el médico, dijo Hussam Ayloush, director general del Consejo Sobre Relaciones Estadounidenses-Islámicas, tras hablar con su familia.

Sus compañeros le dijeron al periódico Los Angeles Times que Farook era un musulmán devoto, pero no hablaba sobre religión en el trabajo.

Farhan Khan, que está casado con la hermana de Farook, dijo a los periodistas que la última vez que habló con su cuñado fue más o menos hace una semana. Khan condenó los hechos de violencia e indicó que no tenía "ni idea" de los motivos por los que Farook haya decidido matar a otros.

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