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ESTADOS UNIDOS.- Según el medio The New York Times, 36 restos de fetos se han retirado de la funeraria Perry en Trumbull Avenue en Detroit. El jefe de la policía de Detroit, James Craig, realizó una conferencia de prensa el viernes por la tarde para informar sobre la investigación iniciada tras las denuncias de comportamiento criminal en la funeraria.

 

"Condiciones atroces y conducta negligente" incitaron al Departamento de Licencias y Asuntos Regulatorios (LARA) a suspender las licencias de Perry Funeral Home y su director Gary Deak, según un comunicado de prensa de LARA, que explicó que encontró tres cajas no refrigeradas que contenían los restos de aproximadamente 36 cuerpos de fetos o bebés fallecidos. Los funcionarios también localizaron un congelador que contiene un número desconocido de cuerpos muertos. Algunas de las fechas de la muerte se remontan a 2015.

 

La funeraria no certificó ni archivó los certificados de defunción de los cadáveres de los fetos y bebés dentro de las 72 horas posteriores a la muerte. De acuerdo con LARA, el hecho de no supervisar adecuadamente la disposición final de un cuerpo humano muerto tras aceptar proporcionar los servicios dentro de los 60 días de haber recibido el cuerpo es una violación criminal.

 

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La funeraria supuestamente embalsamó los cadáveres de los fetos y los bebés sin que ningún pariente del difunto diera permiso para hacerlo. LARA tiene una investigación abierta sobre la funeraria Perry.

 

El descubrimiento fue motivado en parte por una demanda presentada en julio por una mujer cuya hija, Alayah Laniece Davis, falleció poco después de haber nacido en un hospital en diciembre de 2014. En ese momento, la madre dijo que el cuerpo debería ser entregado a Wayne State. La Escuela de Medicina de la Universidad con fines de investigación o educación, dijo la demanda. En cambio, los restos terminaron bajo la custodia de Perry Funeral Home y pueden haber estado almacenados en la Escuela de Ciencias Mortuorias de la Universidad Estatal de Wayne durante años sin el conocimiento de la madre, según la demanda, que también acusa a la universidad y al hospital donde el bebé nació.

 

La demanda señala que la funeraria indicaba, en un certificado de defunción,que los restos del bebé habían sido enterrados en un cementerio, a pesar de que permanecían en el depósito de cadáveres. Todo esto sucedió durante un período de años sin el conocimiento de la madre, agregó la demanda. "Tenemos múltiples niveles de actividad potencialmente criminal por parte de Perry Funeral Home, falta de supervisión por parte del programa de depósito de información y negligencia grave por parte del hospital", dijo Peter J. Parks, abogado de la madre.

El viernes pasado se descubrieron 11 cuerpos de bebés escondidos en el techo de la antigua funeraria de Cantrell. Nueve cuerpos fueron encontrados en una caja de cartón y dos fueron encontrados en ataúdes. Fue una información anónima la que ayudó a descubrir estos restos.

La Casa funeraria de Cantrell fue cerrada por "condiciones deplorables" en abril después de que se encontraran restos en descomposición.

 

El nuevo propietario del edificio dijo que no cree que el sótano haya sido registrado, y los funcionarios estatales afirman que los trabajadores que están renovando el edificio podrían encontrar más restos.

 

La policía de Detroit tiene una investigación criminal en curso en la funeraria Cantrell. Las agencias federales, estatales y locales encargadas de hacer cumplir la ley han establecido un grupo de trabajo para investigar el mal manejo de los restos de niños en al menos estas dos funerarias.