Agencias
GINEBRA, Suiza.- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para Derechos Humanos, Zeid Raad al-Hussein, acusó a los integrantes del grupo extremista Boko Haram de haber asesinado a mujeres y niñas cautivas que habían tomado como “esposas”.

La reconquista de partes del noreste de Nigeria en las últimas semanas “ha sacado a la luz escenas horripilantes de fosas comunes y los signos más evidentes de la masacre perpetrada por Boko Haram”, denunció Zeid en una sesión especial del Consejo de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra.

De acuerdo con Notimex, Zeid no dio más detalles de lo que dijo eran múltiples informes de que los combatientes rebeldes asesinaron “a sus llamadas esposas -de hecho, mujeres y niñas sometidas a esclavitud– y a otras personas cautivas”.

Además Boko Haram utilizó a niños como “carne de cañón prescindible” y como bombas humanas lo que de confirmarse, constituiría, crímenes de guerra y crímenes contra la humanidad, dijo.

Zeid afirmó contar con “informes persistentes y creíbles” de violaciones graves de derechos humanos perpetrados tanto por las fuerzas nigerianas y Boko Haram, e hizo un llamado para llevar a cabo “investigaciones exhaustivas y totalmente transparentes” por las autoridades.

Los militantes extremistas islámicos han aterrorizado el norte de Nigeria y también atacaron las ciudades de los países vecinos, lo que provocó el desplazamiento de miles de civiles a las naciones de la región, como Chad y Níger.

Zeid dijo que está “profundamente preocupado por las crecientes dimensiones étnicas y sectarias del conflicto”.

Observó que debido a que el líder original de Boko Haram es de la etnia Kanuri, la oficina de derechos humanos de la ONU ha recibido informes que indican que “los Kanuris son ahora considerados sospechosos por algunos militares”, lo que ha dado lugar a detenciones arbitrarias y abusos.

Boko Haram, por su parte, ha iniciado ataques de los nigerianos Shuwa de origen árabe “al parecer en represalia por su apoyo percibido a las fuerzas armadas nigerianas”, indicó.

“Hay por lo tanto un alto riesgo de una escalada de violencia étnica y religiosa”, dijo Zeid.

“Esto sólo puede ser detenido por liderazgo basado en principios e instrucciones claras al personal militar, con la rendición de cuentas correspondiente”, enfatizó.

La responsabilidad de llevar ante la justicia a los culpables de los crímenes denunciados por Zeid quedará en manos de Muhammadu Buhari, líder del Congreso de Todos los Progresistas (APC), quien fue declarado vencedor de las elecciones presidenciales celebradas en Nigeria.