Bolivia castiga con 30 años el feminicidio

El Presidente promulgó la ley con el objetivo de frenar la violencia machista que ha cobrado 403 vidas desde 2009.

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Evo Morales (c), con el vicepresidente Álvaro García (2i), y la presidenta del Senado, Gabriela Montaño (2d). (EFE/Archivo)
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EFE
LA PAZ, Bolivia.- El presidente de Bolivia, Evo Morales, promulgó hoy una ley para castigar el feminicidio con 30 años de prisión con el propósito de frenar este tipo de crimen que desde el 2009 ha costado la vida a 403 bolivianas, 21 de ellas este año.

El mandatario firmó la "Ley Integral para Garantizar a las Mujeres una vida libre de violencia" en el Palacio de Gobierno de La Paz, en un acto al que asistieron organizaciones de mujeres indígenas, de feministas y de defensa de los derechos humanos.

Morales dijo que la ley tiene que ser aporte efectivo para frenar la violencia y las agresiones contra la mujer y garantizó los fondos necesarios para la aplicación de la norma, al tiempo que pidió al Parlamento y a sus ministros los reglamentos respectivos para que la ley ingrese plenamente en vigor en uno o dos meses.

La ley de cien artículos incorpora en el Código Penal el delito del feminicidio, definido como el asesinato de una mujer por su condición de mujer, con una pena de 30 años sin derecho a indulto. Es la sanción más alta que tiene la legislación boliviana.

La violencia feminicida es "una acción de extrema" agresión que "viola el derecho fundamental a la vida y causa la muerte de la mujer por el hecho de serlo", señala la norma promulgada.

Según el Centro de Información y Desarrollo de la Mujer (Cidem), desde 2009 a la fecha se registraron en Bolivia 403 feminicidios, 21 de ellos en los dos primeros meses de 2013, y 218 asesinatos de mujeres por inseguridad ciudadana y otras causas.

Organizaciones sociales discutían los artículos de la norma desde hace tres años, pero su aprobación fue acelerada en el Parlamento después de que el 12 de febrero pasado la periodista Hanalí Huaycho fuera asesinada a puñaladas en presencia de su hijo de cinco años por su marido, el teniente de policía Jorge Clavijo.

El caso ha conmocionado a toda Bolivia, donde siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia, según el Cidem.

Actualmente se investiga con análisis genéticos si un cadáver que fue hallado el lunes pasado por campesinos del pueblo de La Asunta, al noreste de La Paz, corresponde a Clavijo.

En Bolivia, siete de cada diez mujeres han sufrido algún tipo de violencia

La nueva ley identifica varios tipos de violencia contra la mujer, entre ellos la física, psicológica, simbólica, sexual, en los derechos reproductivos, la patrimonial, económica y la mediática (con estereotipos en los medios de comunicación).

Asimismo, crea juzgados y fiscalías especiales en materia de violencia contra las mujeres y pone en
marcha "la Fuerza Especial de Lucha Contra la Violencia" dependiente de la Policía que investigará con exclusividad y detendrá a los autores de las agresiones.

La normativa instruye la instalación de las "casas de acogida" en las ciudades y en el campo para proteger a las mujeres en una separación temporal de los cónyuges acusados de violencia machista.

También establece la obligación de aplicar políticas preventivas y de formación en las escuelas y declarar alertas de hasta un año en municipios, distritos o barrios con altos índices de violencia, lo que permitirá al Estado acciones intensivas para frenarla.

En el quinquenio 2007-2011 se presentaron en Bolivia 247.369 denuncias por violencia machista, de las que solo 51 casos han concluido con una sentencia, según las estadísticas del Cidem.

Morales expresó que la causa de la violencia contra la mujer está en la desigualdad y en la dominación que sufre y comentó que hay tantas formas de agresión que ningún hombre se salva de culpa.

El mandatario también pidió a las organizaciones indígenas y feministas que expliquen a las mujeres que sus parejas no tienen derecho a golpearlas y que no oculten las denuncias de violencia.

Hizo esa petición tras relatar una anécdota de su juventud de cuando intentó sin éxito frenar a un hombre que golpeaba a su esposa indígena en la calle, una escena común en algunas zonas bolivianas.

Ante su sorpresa, según dijo, fue la mujer la que reaccionó para rechazar su mediación, justificó la paliza que sufría de parte del marido y después ambos agredieron a Morales por meterse en el lío.

"Tuve que escapar", recordó al insistir en que las mujeres deben entender que su marido no tiene derecho a agredirlas. 

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