Bombazo mata a paralimitares

El atentado cerca de la frontera con Afganistán deja 8 muertos; sospechan que los autores están ligados a Al Qaeda.

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Un oficial de seguridad paquistaní observa cómo se consume un camión que transportaba vehículos de la OTAN tras ser objetivo de un ataque cerca de la frontera con Afganistán, en Jamrud, Pakistán, el pasado lunes. (EFE)
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Agencias
PESHAWAR, Pakistán.- Una bomba colocada al lado de una carretera estalló este jueves y dejó nueve soldados paramilitares paquistaníes muertos en una región tribal cerca de la frontera con Afganistán, dijeron las autoridades.

El atentado, que ocurrió cerca de la localidad de Miran Shah, en Waziristan del Norte, causó además que varios soldados que viajaban en una caravana resultaran heridos, afirmó el ejército en un comunicado que envió a la prensa.

Nadie se adjudicó de inmediato la explosión.

Sin embargo, las sospechas recaen entre los diversos grupos extremistas en Pakistán y organización extranjeras vinculadas con la organización terrorista Al Qaeda, que se refugian en el país.

El ejército de Pakistán combate desde hace una década a los extremistas en esta región tribal, conflictiva y en la que reina la anarquía, aunque no ha lanzado ofensiva alguna en Waziristán Norte.

El primer ministro paquistaní Nawaz Sharif ha convertido las negociaciones con los extremistas en pieza fundamental del gobierno para poner fin a la violencia, en la que han muerto miles de personas.

La oficina del primer ministro condenó el jueves el atentado explosivo en un comunicado.

Buscan derrocamiento

El Talibán de Pakistán combate al gobierno en un intento para derrocarlo e instalar su propia versión radical de la Sharia islámica.

Después de tropiezos iniciales, ambas partes han logrado desde febrero cierto avance en las negociaciones.

Un equipo del gobierno paquistaní ha sostenido una ronda de conversaciones con el Talibán de Pakistán, aunque esta organización canceló un alto el fuego de 40 días que había declarado el 1 de marzo.

Atribuyó esta decisión a lo que describió como la falta de seriedad del gobierno.

Los partidarios de las conversaciones afirman que las negociaciones son la única alternativa para poner fin a la violencia de los extremistas. Según los detractores, los extremistas siempre han aprovechado estos acuerdos para fortalecer sus posiciones, reagruparse y atacar con más fuerza.

Debido a que durante el alto el fuego grupos escindidos perpetraron algunos ataques se incrementaron las dudas en cuanto a si las conversaciones con el Talibán contribuyen en verdad a concretar la paz.

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