¡Cuidado! el bullying no sólo se da en la escuela

El acoso o las agresiones no solo se dan en las escuelas, ya que también se han presentado casos de maltrato en oficinas o el deporte.

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Muchos conflictos en los lugares de trabajo son más acoso u hostigamiento, y no agresividad. (quintopodersur.com)
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Agencias
NUEVA YORK, EU.- Si un equipo deportivo pierde un partido de manera humillante, ¿sufrió abuso? Si uno discute con la pareja a gritos, ¿está sufriendo abuso? El compañero de trabajo criticón, ¿está haciendo bullying?

La definición del abusador se ha ampliado. Ya no es simplemente el niño malvado que lo atormenta a uno en la escuela. Han pasado a otras áreas de la sociedad.

En meses recientes en Texas, un equipo colegial de fútbol americano perdió con marcador 91 a 0, y surgieron denuncias de que el entrenador del equipo vencedor fue abusivo. Ante la ausencia de normas que permitan suspender partidos en esos casos, el entrenador incluso había tratado de atenuar la situación colocando a jugadores en el banco y dejando que el reloj corriera después del medio tiempo.

De acuerdo con The Associated Press, el padre de uno de los jugadores del equipo perdedor acusó al entrenador de ser "un bully", y por normas del distrito escolar, la denuncia tiene que ser investigada.

Aunque para muchos tal acusación suena descabellada, es el tipo de denuncia que se ha vuelto común en Estados Unidos y que podría estar perjudicando la campaña contra el verdadero "bullying", es decir, contra las críticas y abusos que traumatizan a niños en las escuelas.

Mucha gente usa la palabra "para lograr lo que desean, se convierten en víctimas perpetuas, pero lo único que desean es el poder y el control", opinó Ben Leichtling, fundador de BulliesBeGone.

El uso excesivo de la palabra probablemente es consecuencia de la abundancia de casos en que jóvenes adolescentes se han suicidado en los años recientes.

Las campañas para combatir el flagelo ayudan a las víctimas, pero también existe el riesgo de que "palabras como niños malvados, o víctimas, se devalúan, en vez de quedar reservadas para el fenómeno de abusos tanto en la escuela como en el lugar de trabajo", opinó Malcolm Smith, profesor de la Universidad de Nueva Hampshire que fundó un programa contra el abuso escolar llamado "The Courage to Care".

Smith estima que el abuso se puede determinar y medir. Si la conducta perjudica la capacidad de la víctima de ir al colegio o a la escuela, o de realizar su actividad cotidiana, y si implica una relación de poder desproporcionada.

En el caso del partido de fútbol americano en Texas, los directivos no hallaron fundamento para la denuncia, y muchos expertos coincidieron.

"Por supuesto que eso no es 'bullying', eso es ridículo. Es un partido y hay un equipo perdedor, así es la vida", destacó Smith.

La definición del abusador se ha ampliado, ya que los casos de bullying han pasado a otras áreas de la sociedad

Ello no quiere decir que la intimidación no ocurre en el ámbito deportivo. Mike Rice, entrenador del equipo de basquetbol de la Universidad de Rutgers, fue destituido por gritar a los jugadores, insultarlos, patearlos y empujarlos.

Pero en circunstancias normales, siempre y cuando no haya ese comportamiento agresivo, perder en una competencia deportiva puede ser positivo para los niños, opina Nadine Connell, profesora de criminología en la Universidad de Texas en Dallas.

"Eso le enseña a los chicos cómo lidiar con la derrota, en un ambiente protegido, de tal manera que cuando ocurre en una circunstancia más grave, como cuando uno pierde un empleo, uno lo puede soportar mejor", añadió.

En cuando al partido de fútbol americano en Texas, Connell opinó que "el entrenador del equipo que ganó hizo todo lo que pudo" para atenuar la humillación. "Si el equipo ganador se hubiera comportado de una manera agresiva, cruel, entonces eso sí es inaceptable".

Añadió que hay otras formas de lidiar con situaciones en que un equipo derrota aplastantemente a otro: los padres podrían pedir que se apruebe una norma que estipularía la suspensión del partido, o podrían reorganizar los equipos de tal manera de que no resulten desequilibrados.

"¿Cómo podemos seguir usando una palabra que tiene tanta carga emocional, sin devaluarla a tal punto que la gente se queje cada vez que pase algo malo?", expresó Connell.

Cuando estalló la controversia en Washington sobre el presupuesto, el senador demócrata Harry Reid calificó al senador republicano Ted Cruz de "un niño malcriado que maltrata a todo el mundo y en vez de seguir las normas de juego, no sólo se va a casa con la pelota sino que además cambia las normas, de tal manera que nadie gana a excepción del niño malcriado".

Respondió Cruz: "El Senado no es el patio de la escuela... Decir la verdad no es ser un niño malcriado".

Surgieron denuncias similares contra Washington durante la época en que gobierno sufrió un cierre parcial. Entre los acusadores estaba Cindy Waitt, productora del documental "Bully", sobre niños que son maltratados a tal punto en su escuela que terminan suicidándose. En un artículo en el Huffington Post, Waitt escribió: "Las tácticas que se están usando por los promotores del cierre de gobierno son las típicas tácticas del niño malcriado en la escuela".

Sin embargo no todos están de acuerdo en que un conflicto político, por muy intenso que sea, llega al nivel de una actitud abusiva.

"La política es a veces confrontacional", señala Dan Holler, portavoz de la Heritage Action, una organización vinculada con el instituto académico conservador Heritage Foundation. "Cuando hay confrontaciones, no es cuestión de que alguien está atacando a otro, es cuestión de bandos que están presentando sus argumentos".

También hay quienes denuncian que el fenómeno se está contagiando a los lugares de trabajo.

El doctor Harold Pass es director de una comisión que recibe denuncias de conducta inapropiada en el Centro Médico de la Universidad de Stony Brook en Nueva York. Afirma que la acusación de "bullying" se ajusta sólo cuando hay alguien que está específicamente atacado por un colega, ya sea cuando un médico trata de humillar a otro, o cuando una enfermera es acosada por uno de sus supervisores.

"Para que haya acoso tiene que haber intención", dice. "Si un equipo de fútbol americano pierde por una gran diferencia de puntos, eso no quiere decir que el equipo ganador tenía la intención de humillarlo, denigrarlo o lastimarlo. Pero ocurre en los lugares de trabajo todo el tiempo, como por ejemplo en hospitales, fábricas y corporaciones, además de las escuelas. Cualquier lugar donde haya una relación de poder, donde una persona puede humillar a otra de manera intencional, no por casualidad, eso es bullying".

Muchos conflictos en los lugares de trabajo son más acoso u hostigamiento, y no agresividad. "El 'bullying' es mala intención", dijo Pass. "Hay gente que podría emitir una expresión ofensiva de manera casual", pero si el individuo no está siendo específicamente atacado, no es una agresión real.

Nadie duda que el problema de los niños abusivos es real y ejemplo de ello son la gran cantidad de adolescentes que se han suicidado tras ser víctimas en su escuela.

Sin embargo, hay jóvenes que son acusados de hostigamiento a raíz de bromas inocentes. La abogada Monrae English representó a tres niños en Fresno, California, que fueron acusados de acoso por crear una página de Facebook falsa que llevaba el nombre del director del colegio.

"Lo que hicieron fue escribir tonterías, algo sobre la necesidad de hacer la tarea y de cómo le gustaba las películas de Twilight", dijo la abogada. "La mayoría de los alumnos sabían que era broma, pero el director de la escuela se molestó y dijo que lo estaban atacando".

Los jóvenes - que eran todos buenos estudiantes y nunca se habían metido en problemas - fueron suspendidos de la escuela. Cuando el colegio se disponía a expulsarlos, los padres contrataron abogados. Eventualmente la escuela se retractó y retiró sus acusaciones contra los chicos.

"No fue muy noble lo que hicieron esos jóvenes, pero no fue abusivo", destacó English. "Ellos tienen libertad de expresión".

Pero hay otras situaciones en que hay adultos que tienen razón al sentirse agredidos por niños, incluso a veces por los suyos propios. Sean Grover, un trabajador social, dicta talleres en el área de Nueva York sobre niños que abusan a sus padres, y en esos talleres es común ver a padres estar en sollozos al describir el ambiente en la casa en que los niños dictan las normas, se burlan de sus padres, los critican y les hacen exigencias.

Además está el famoso caso de la maestra de un poblado en el estado de Nueva York que fue maltratada por chiquillos en un autobús, en un video que fue transmitido en internet. El escándalo desembocó en una campaña para recaudar dinero para pagarle a ella unas vacaciones, y se recaudaron más de 700 mil dólares.

Leichtling, el fundador de BulliesBeGone, dice que "los `bullies' no son únicamente los niños en la escuela. Puede ocurrir en cualquier parte, en cualquier cultura, a cualquier edad y en cualquier situación, siempre ha sido así".

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