Panamá.- Funcionarios y ex funcionarios panameños que usurpan labores propias de dependencias como Migración, encabezados por la exprocuradora de Justicia de Panamá, Kenia Porcell y su brazo ejecutor, el Fiscal Superior contra el Crimen Organizado, Marcos Mosquera de la Guardia, son acusados de perjudicar con sus presuntas investigaciones a muchos empresarios, tanto mexicanos como extranjeros, teniendo como su centro de operaciones el Aeropuerto de Tocumen, donde se han registrado varios casos de abuso de poder y violación a los derechos humanos de los inversionistas, hechos que han levantado una ola de inconformidad y condena por parte de la sociedad empresarial panameña.

Son varios casos de inversionistas a quienes se les ha fabricado delitos con tal de sacar provecho económico y despojarlos de su patrimonio forjado honestamente, por parte de estos desleales funcionarios, donde los blancos fáciles han sido mexicanos y extranjeros, a quienes tratan como delincuentes, cuando lo único que hacen es llevar sus inversiones y generar fuentes de empleo a este país.

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Kenia Porcell y Marcos Mosquera han sido señalados de corrupción en el ejercicio de sus funciones, a tal grado que la primera ya fue cesada como Procuradora de Justicia y actualmente enfrenta una investigación por parte del Gobierno Federal de Panamá, aunque sus pillerías siguen perjudicando a connotados empresarios a través de su cómplice Mosquera, denuncias de las que ha dado cuenta la prensa panameña en todo momento.

Los funcionarios en mención han orquestado maquiavélicamente detenciones ilegales y falsas acusaciones contra empresarios, incluso panameños, algunos víctimas de atropello, trato inhumano y violación a sus derechos humanos. No por nada Panamá es el quinto país de América Latina con mayor percepción de corrupción, de acuerdo a un estudio de la ONG Transparencia Internacional (TI).

Foto: Especial

Los pillos Kenia Porcell y Marcos Mosquera han sido desnudados

Cuando Kenia Porcell era la mandamás en la Procuraduría panameña, en contubernio con Marcos Mosquera, fabricaron expedientes falsos sin ningún fundamento jurídico contra empresarios mexicanos, a quienes se les acusó por presunto lavado de dinero para incautarles bienes y cuentas bancarias. Ambos han sido señalados directamente por las víctimas a través de medios de comunicación locales.

Marcos Mosquera fue nombrado por la misma Kenia Porcell como Fiscal Superior Contra el Crimen Organizado, por eso se entiende la complicidad y cadena de corrupción hacia el interior de la dependencia, por medio de fiscales del Ministerio Público que manipulan los expedientes.

Sergio Morales, reconocido abogado panameño, desnudó el método de estos malos funcionarios: montan expedientes con base en fundamentación jurídica y pruebas que no son fehacientes, abren expedientes apócrifos y haciendo uso de la acción penal persiguen a personas hasta el grado de incautarles sus bienes.

“Hay un aumento en la percepción de la corrupción en los últimos 12 meses en América Latina en general, y en Panamá en particular, pues más del 56 % de la población panameña considera que ha crecido la percepción de la corrupción", ha dicho por su parte el presidente del capítulo panameño de TI.

El repudio del sector empresarial no se hizo esperar, al considerar como una vergüenza los constantes abusos de autoridad contra los inversionistas y una gran falta de respeto hacia las personas que llegan a Panamá a hacer negocios y que el Gobierno permita que se siga quebrantando la ley de esta manera por funcionarios que tienen un largo historial de corrupción.