Capriles, la única 'piedra' en el zapato de Chávez

La llamada oposición "escuálida" consiguió sólo tres de las 23 gobernaciones en los comicios regionales del domingo; ¿y ahora qué sigue?

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Capriles ganó la relección en el estado central de Miranda, imponiéndose al candidato del gobierno Elías Jaua. (Agencias)
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Agencias
CARACAS, Venezuela.- Por primera vez en años, el mote que le endilga el gobierno del presidente Hugo Chávez se hizo más patente que nunca: la oposición "escuálida" de votos consiguió apenas tres de las 23 gobernaciones venezolanas en los comicios regionales del domingo.

El deterioro de la salud de Chávez parece haber movilizado a sus simpatizantes en favor de los candidatos del oficialismo, lo que convierte a su vicepresidente Nicolás Maduro en un duro rival en caso de convocatoria a nuevas elecciones presidenciales, dio a conocer The Associated Press.

Sin embargo, la transferencia del apoyo con que cuenta el mandatario a su eventual sucesor podría desvanecerse con el paso del tiempo, y además existe la duda de si Maduro sería capaz de mantener la unidad del partido chavista durante todo un sexenio presidencial.

Los opositores, de quienes Chávez destaca su flaca representación, perdieron bastiones clave como el estado petrolero de Zulia y el central de Carabobo.

La única 'piedra' que sigue en el zapato del chavismo es Henrique Capriles, el líder opositor que ganó la relección en el estado central de Miranda, imponiéndose al candidato del gobierno y ex vicepresidente Elías Jaua.

Con el mapa venezolano teñido de rojo, el color que tradicionalmente ha identificado a los seguidores del presidente Chávez, la gran pregunta ahora es qué hará la oposición venezolana para sobrevivir y enfrentar una eventual nueva elección presidencial.

Para el chavismo, el reto es el manejo de ese capital político y si podrá sostenerse indefinidamente.

Las razones de la derrota opositora, según analistas consultados por la AP, están principalmente en que la alta abstención favoreció a los candidatos del gobierno, que cuentan con la maquinaria para movilizar a sus simpatizantes. A ello se sumó la falta de un mensaje claro alternativo al chavismo, mientras la campaña oficialista centró en los últimos días su discurso en que una victoria sería el mejor regalo y medicina para Chávez, días después de que el mandatario se operase en Cuba del cáncer que lo aqueja desde 2011.

Surge discusión

La discusión sobre nuevos comicios presidenciales luego de que Chávez se impuso a Capriles en la elección del 7 de octubre surgió casi inmediatamente después de que el 8 de diciembre el mandatario anunció al país en cadena de radio y televisión que habían reaparecido células cancerosas en la misma zona pélvica donde ya había sido operado tres veces en La Habana y adonde volvió aquella semana para una cuarta intervención.

Debido a que no se sabe cuándo podrá regresar Chávez a Venezuela, y si lo hará antes del 10 de enero cuando por normas constitucionales debe jurar al cargo frente a la Asamblea Nacional, la controversia quedó servida.

Si Chávez no puede asumir el cargo en enero, el gobierno queda en manos del presidente de la Asamblea Nacional, quien debe llamar a nuevas elecciones en 30 días.

En caso de que Chávez pueda asistir a la ceremonia de asunción, pero su estado de salud empeore, el cargo queda en manos del vicepresidente, quien también debe llamar a nuevos comicios si la falta absoluta del mandatario se produce en los cuatro primeros años de los seis de mandato.

"En un período de 30 días después de que Chávez ya sea que esté incapacitado o muera, entonces el voto por simpatía y el fervor de la base chavista... será muy alto", dijo Cynthia Arnson, analista en el Centro Internacional Woodrow Wilson, en Washington. Pero en el caso de Maduro "no es una personalidad que necesariamente sea capaz de mantener la unión del partido (oficial) a lo largo de seis años" del período de gobierno, añadió.

En unas eventuales elecciones la ventana de 30 días es clave, aseguró Arnson. "Si fueran 90 días, habría la posibilidad de que algo de ese fervor emocional se haya reducido, pero en 30 días será un referéndum" por Chávez, destacó.

Cabe recordar que dado el descontrol del gasto, Venezuela tiene un gigantesco déficit, estimado en 15% del PIB, y fuertes presiones en el mercado cambiario originadas por la merma en la entrega de dólares oficiales. En Venezuela rige un control en el cambio de divisas desde 2003 y la mayoría de los comentaristas anticipan que la presión del mercado junto al déficit obligarán al gobierno tomar medidas, quizá poco populares.

Más allá de la abstención, lo cierto es que la oposición no consiguió en una fría campaña animar a sus partidarios aún abatidos por la derrota de octubre, indicó a su turno Mariana Bacalao, profesora de opinión pública en la Universidad Católica Andrés Bello, en Caracas.

"Hay una apatía, una sensación de fracaso... (la oposición) debe sentarse, replantearse cómo reinsertarse en esta nueva realidad" de un país cuyas gobernaciones están en manos del chavismo, dijo.

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