Chismorreos, "tentaciones del maligno": Papa

Francisco recordó el comportamiento justo de un cristiano: "no juzgar a nadie", porque "el único juez es el Señor".

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El papa Francisco llega a su audiencia con el secretario general de Naciones Unidas, Ban Ki-moon. (EFE)
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Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco invitó hoy a los fieles, durante la homilía de la misa celebrada en la Casa de Santa Marta, a evitar los chismorreos y habladurías, enemigos de la comunidad porque son "tentaciones del maligno".

El pontífice dio misa en presencia de personal del Fondo de Asistencia Sanitaria del Vaticano y de los Servicios Generales de la Gobernación, refirió Radio Vaticana.

El Evangelio de hoy habla del diálogo entre Jesús y Nicodemo, quien no comprende de inmediato de qué modo un hombre puede "nacer de nuevo".

De nuevo -repitió el Papa- quiere decir del Espíritu Santo, "es la vida nueva que hemos recibido en el bautismo". Una vida, sin embargo, que "se debe desarrollar", "no viene automáticamente".

Los primeros cristianos tenían la "vida nueva", que se expresaba en el vivir con un solo corazón y una sola alma. Tenían -observó- "esa unidad, esa unanimidad, esa armonía de los sentimientos en el amor, el amor mutuo".

Una dimensión que hoy se debe redescubrir: por ejemplo el aspecto de la "mansedumbre en la comunidad", una virtud "un poco olvidada".

La mansedumbre tiene "muchos enemigos": el primero son los "chismorreos". "Cuando se prefiere chismorrear, hablar sobre otro, criticar un poco al otro, son cosas cotidianas, que nos ocurren a todos, también a mí, son tentaciones del maligno que no quiere que el Espíritu venga a nosotros y ponga esta paz, esta mansedumbre en las comunidades cristianas".

"Siempre -constató- se dan estas luchas": en la parroquia, en la familia, en el barrio, entre amigos. "Y esta -repitió- no es la vida nueva", porque cuando el Espíritu viene "y nos hace nacer en una vida nueva, nos hace mansos, caritativos".

De acuerdo con el sitio web ansa.it, luego el Papa recordó el comportamiento justo de un cristiano: primero, "no juzgar a nadie", porque "el único juez es el Señor". Luego, "estar callados" y si se debe decir algo, decirlo a los interesados, "a quien puede remediar la situación", pero "no a todo el barrio".

"Si, con la gracia del Espíritu -concluyó el papa Francisco- conseguimos no chismorrear nunca, será un buen paso adelante" y "nos hará bien a todos".

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