Pasa el tiempo y la paz no llega a Colombia

Dos temas de la agenda de reconciliación mantienen en pausa la negociación entre el gobierno y las FARC

|
Las más de cinco décadas de conflicto armado en Colombia llegarán a su fin cuando el gobierno y la guerrilla logren zanjar dos temas polémicos. Mientras tanto, los colombianos siguen esperando el anuncio del cese al fuego definitivo. (Archivo/AP)
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram
Compartir noticia en twitter
Compartir noticia en facebook
Compartir noticia por whatsapp
Compartir noticia por Telegram

Agencias
BOGOTÁ, Colombia.- Después de mil 251 días de negociaciones entre el gobierno del presidente Juan Manuel Santos y la guerrilla de las FARC, los colombianos esperan un acuerdo que ponga fin a más de 50 años de guerra interna que ha dejado unos 300 mil muertos.

La fecha acordada para la firma del Acuerdo General de Paz entre el presidente Santos y el jefe del grupo rebelde, Timoleón Jiménez, estaba prevista para este 23 de marzo, pero la complejidad de los últimos dos puntos de la agenda llevaron a las partes a posponerla, informa Notimex.

Los dos temas que se negocian desde diciembre pasado son Fin del conflicto armado, que implica un acuerdo de cese bilateral del fuego; Concentración de los rebeldes, desarme y mecanismo para refrendar el Acuerdo General de Paz.

Un tema vital para las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) son las garantías de seguridad para sus cuadros políticos y militancia, una vez que ingresen a la vida civil.

Acuerdos frustrados

En el seno de las FARC ronda el fantasma del aniquilamiento de más de tres mil militantes de la Unión Patriótica (UP) y otras organizaciones de izquierda que apostaron por negociar la paz con el gobierno colombiano entre 1984 y 1992, un periodo que se conoce en Colombia como “guerra sucia”.

La UP surgió como movimiento político de los primeros acuerdos frustrados en el gobierno conservador de Belisario Betancourt (1982-1986) y la guerrilla de las FARC.

Uno de los líderes de la UP, quien alcanzó a estar en el Congreso de Colombia, fue el comandante Iván Márquez, en la actualidad jefe negociador de las FARC en La Habana.

Márquez, para proteger su vida, decidió regresar a la clandestinidad desde las filas de la insurgencia, donde logró escalar posiciones en la comandancia hasta llegar al secretariado, que es la máxima instancia de dirección del grupo rebelde.

Pero además de ese fantasma de violencia que dejó marcada la historia con la masacre colectiva de los líderes de izquierda, periodistas, defensores de los derechos humanos, y dirigentes sindicales, está el fenómeno de los paramilitares de extrema derecha.

Resurgen rebeldes

Según una denuncia que formuló este miércoles la exsenadora Piedad Córdoba, los grupos paramilitares están resurgiendo en varias regiones de Colombia con amenazas y asesinatos a defensores de los derechos humanos y líderes sociales de izquierda.

La alerta también la expresó este miércoles la actual senadora del Partido Alianza Verde, Claudia López, en su cuenta de la red social de Twitter, al señalar que están matando a líderes de izquierda en las regiones.

El tema de seguridad, es quizá el de mayor preocupación en la mesa de La Habana, y fue uno de los asuntos que las partes abordaron con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, en sus encuentros por separado en la tarde del martes.

Kerry, en nombre del gobierno de Washington, se comprometió a brindar apoyo para la seguridad de los insurgentes, una vez que dejen las armas y se vinculen a la actividad política legal.

El encuentro de Kerry con los negociadores, y en particular con los jefes de las FARC, indica que Estados Unidos, en la era de Barack Obama, está comprometido con la paz y no con la guerra interna en Colombia, como en el pasado reciente.

Estados Unidos coincide con la Unión Europea en que el Acuerdo General de Paz es un hecho real para este 2016, de lo contrario Kerry no hubiera dado el espaldarazo a los diálogos con las FARC.

Persiste optimismo

Entre los cuatro puntos que ya fueron acordados por las partes figura el desarrollo integral en el campo, que aborda el tema de la tierra, el punto que le dio origen a la guerrilla de las FARC en 1964. Para la insurgencia el tema agrario forma parte de sus entrañas.

Otros temas son la participación política para los desmovilizados, lucha integral contra las drogas en todos sus eslabones, y el reconocimiento de las víctimas con justicia, reparación y no repetición, el último en que las partes lograron un acuerdo en diciembre pasado.

El optimismo entre los negociadores del gobierno y de la propia comandancia de las FARC, después de sus encuentros con Kerry, reflejan que el Acuerdo General de Paz será un hecho y una esperanza alcanzada en el corto plazo por la gran mayoría de los colombianos.

Lo más leído

skeleton





skeleton