EFE
WASHINGTON, D.C.- El joven de origen somalí Mohamed Osman Mohamud, acusado de intentar usar armas de destrucción masiva en 2010 para cometer un ataque en Estados Unidos, ha sido sentenciado a 30 años de prisión, informaron hoy fuentes del Departamento de Justicia.

Mohamud, nacionalizado estadounidense, fue declarado culpable en 2013 de intentar detonar una carro bomba en la ceremonia anual de iluminación del árbol de Navidad en Portland (Oregón), por lo que pagará con 30 años de cárcel, seguido de libertad supervisada de por vida.

"Con esta sentencia, Mohamed Osman Mohamud se hará responsable de su intento de uso de lo que se cree era una bomba masiva para atacar a civiles inocentes que asistían a una ceremonia pública de iluminación del árbol de Navidad en Portland", dijo hoy a Efe John P. Carlin, fiscal general adjunto para Seguridad Nacional de Estados Unidos.

"Las pruebas indican claramente que Mohamud tuvo la intención de matar a tantas personas como fuese posible con su ataque. 
Afortunadamente, la policía fue capaz de identificarlo como una amenaza, infiltrarse como un terrorista al que Mohamud estaba tratando de contactar, y frustrar los esfuerzos de Mohamud para llevar a cabo un ataque en nuestro territorio", agregó Carlin.

El alto funcionario subrayó, además, que este caso "pone de manifiesto" cómo el uso de operaciones encubiertas contra posibles terroristas actúan de manera efectiva y previenen atentados.

"Los numerosos agentes, analistas y fiscales que han trabajado en este caso merecen un gran reconocimiento por su papel en la protección de Portland ante la amenaza que suponía este acusado y por asegurarse de que fuera llevado ante la Justicia", concluyó el fiscal.

Mohamud fue detenido el 26 de noviembre de 2010, después de que tratara de detonar una furgoneta cargada de explosivos que estaba estacionada cerca de la ceremonia de iluminación del árbol en Portland, a la que asistieron unas 10 mil personas.

El arresto fue la culminación de una operación encubierta de larga data durante la cual el condenado fue seguido de cerca durante meses mientras desarrollaba su plan para ejecutar el atentado.