Bahía de Río de Janeiro convertida en cloaca

El olor putrefacto provoca que las playas se encuentren vacías; aseguran que el agua tiene una superbacteria resistente a los antibióticos.

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La gran cantidad de contaminación en la Bahía de Guanabara a creado polémica en Brasil. (EFE)
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Agencias
RÍO DE JANEIRO, Brasil.- El sol plomizo cae inclemente sobre la zona sur de Río de Janeiro y empuja el termómetro hasta los 35 grados, pero sin rastro de los cariocas en la playa de Botafogo: la arena está vacía, el agua se balancea con olas que no encuentran bañistas y las porterías de futbol esperan, desangeladas, la llegada de los deportistas.

Marcio, un vendedor ambulante de bebidas, aguarda bajo un árbol el paso de ciclistas y deportistas, los únicos que aportan una presencia humana al paisaje y alimentan su negocio.

Su diagnóstico de la situación no deja lugar a dudas: “esta agua no es apta para bañistas. Acérquese y sienta el hedor”, lanza Marcio.

Si desde la distancia el paisaje –con el célebre Pao de Açucar y sus teleféricos de fondo recortados sobre un cielo azul- se presenta majestuoso, de cerca el agua emite un olor putrefacto y transporta partículas de contaminación que dejan un rastro negro, como carboncillo, que saltan a la vista sobre la arena blanquecina.

A un par de kilómetros al norte, bordeando la costa, en la contigua playa de Flamengo, la situación no es mucho mejor: pocos amantes del sol y apenas una docena de bañistas se atreven a lanzarse a un agua que los expertos aseguran que está contaminada no sólo por deshechos de todo tipo, sino también por una superbacteria resistente a los antibióticos, según publica Notimex.

En diciembre, el Instituto Oswaldo Cruz de Río de Janeiro hizo saltar todas las alarmas al afirmar que detectó en ríos que desembocan en la Bahía de Guanabara, donde están las playas de Botafogo y Flamengo, la presencia de bacterias que podrían provocar la hospitalización de humanos.

Quizás procedentes de deshechos hospitalarios, esas bacterias no han infectado a ningún humano por el momento, pero el Instituto asegura que los bañistas se exponen “al riesgo de contraer enfermedades”.

Las autoridades defienden que durante los próximos 20 meses llevarán a cabo trabajos para descontaminar en un 80 por ciento el agua

Esta situación añade más leña al fuego creado por la polémica situación de contaminación en la que se encuentra la Bahía de Guanabara, donde en agosto de 2016 se disputarán varias pruebas olímpicas de vela.

Decenas de atletas –brasileños y extranjeros-, entre ellos algunos campeones mundiales, han criticado la situación de las aguas, donde los días de marea presentan un aspecto nada conveniente para el deporte, con cientos de peces muertos y deshechos de todo tipo, desde cadáveres de animales hasta sofás.

“La contaminación es realmente un problema. Si los juegos fueran mañana la situación actual sería un problema”, dijo en agosto el campeón olímpico Matthew Belcher, quien ganó la medalla de oro en los Juegos de Londres en la clase 470, durante una competición de prueba en la bahía.

Las autoridades han desplegado decenas de pequeños barcos y han instalado filtros en la desembocadura de algunos ríos, pero no logran atajar la contaminación que desciende por algunos de los 50 ríos que, en su mayoría, son utilizados como vertederos y desembocan en la bahía.

Las autoridades defienden que durante los próximos 20 meses llevarán a cabo trabajos para descontaminar en un 80 por ciento el agua y lograr que las competiciones se lleven a cabo con éxito, pero los atletas se muestran pesimistas al respecto y responsabilizan a los políticos de inacción.

“Los políticos están invitados para venir algún día a navegar con nosotros y ver la situación en la que se encuentra el agua. Hay mucha basura y peces muertos”, dijo en fecha reciente la atleta brasileña Martine Grael, campeona del mundo en dupla y célebre por haberse fotografiado en 2014 sobre una plancha de surf con un televisor encontrado en las aguas.

La alcaldía de Río de Janeiro defiende que las de 2016 serán las competencias que mayor legado dejen a la ciudad sede en la historia de los Juegos Olímpicos, y rechazó modificar el lugar de las pruebas de vela, ya que aseguró que la Bahía de Guanabara será recuperada.

Organizados del 5 al 21 de agosto, en los Juegos de Río deben participar 10 mil 900 atletas de 204 países en 42 competiciones deportivas.

Las autoridades de Río de Janeiro aseguran que el presupuesto para el evento será de 16 mil 500 millones de dólares, pero subrayan que el 57 por ciento de este desembolso provendrá de fondos privados.

De confirmarse esta cifra, ya que el Mundial de futbol costó el triple de lo presupuestado en un inicio, los de Río serían los segundos Juegos Olímpicos más caros de la historia, solo por detrás de los de Beijing 2008, cuyo costo estimado fue de 42 mil millones de dólares.

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