El fantasma de la corrupción acecha a Cristina Fernández

Dos personas vinculadas a sendos escándalos guardan estrecha relación de amistad con la expresidenta argentina.

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Cristina Fernández, expresidenta de Argentina, acudirá a los tribunales a declarar sobre una dudosa compra realizada en dólares durante su mandato. (Archivo/Notimex)
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Agencias
BUENOS AIRES, Argentina.- La expresidenta de Argentina, Cristina Fernández de Kirchner, quedó envuelta en las causas judiciales por corrupción en contra del exsecretario de Transporte, Ricardo Jaime, y el empresario Lázaro Báez, quienes fueron detenidos en los últimos días.

Aunque la presidenta todavía no ha sido denunciada de manera directa en estos casos, su nombre no puede desvincularse de las investigaciones por la cercana relación que mantuvo con ambos personajes, informa Notimex.

Las capturas de Jaime y de Báez se llevaron a cabo por sospechas de fuga, intención que los dos negaron, y en medio de una intensa cobertura mediática en vivo, ya que ambos son íconos de la corrupción que se achacó a los gobiernos kirchneristas.

Jaime fue secretario de Transporte desde 2003 hasta 2009, periodo que abarcó por completo la presidencia del fallecido Néstor Kirchner y dos años del gobierno de su esposa y sucesora.

En julio de 2009 tuvo que renunciar luego de que una de las peores tragedias ferroviarias de la historia del país sudamericano, ocurrida en la estación Once de Buenos Aires, dejó un saldo de 51 muertos.

Jaime, quien ya recibió tres condenas pero permanecía libre hasta que los fallos judiciales estuvieran confirmados, fue detenido el sábado pasado en el marco de una causa que investiga la compra millonaria de trenes inservibles a España y Portugal, y por la que habría cobrado sobornos.

En su primera presentación ante el juez Julián Ercolini, el exfuncionario aseguró que autorizó las compras pese a que sabía que los trenes estaban en desuso, por expreso pedido de Kirchner.

Puede llegar a ella

Báez, en tanto, fue detenido el martes en una causa en la que está acusado por presunto lavado de dinero y en la que hay otros involucrados que llevaban millones de dólares en efectivo a una financiera en Buenos Aires que luego, sospecha la justicia, los transfería a paraísos fiscales.

Aunque el juez que está a cargo del caso, Sebastián Casanello, ya había descartado la posibilidad de citar a Fernández de Kirchner como testigo, el fiscal Guillermo Marijuán advirtió este miércoles que la investigación puede llegar hasta la expresidenta.

Báez es un empresario que se enriqueció al amparo del kirchnerismo, ya que durante sus gobiernos se transformó en el principal contratista de obra pública en la Patagonia y cobró fortunas por obras que jamás llegó a terminar.

Sus vínculos con la familia más poderosa del país en los últimos 12 años son personales y económicos, ya que fue amigo del expresidente, y cuando éste murió, mantuvo negocios con su hijo y actual diputado, Máximo Kirchner.

Al banquillo

El empresario se negó a declarar este miércoles, pero es evidente que tiene mucho para decir en torno a los esquemas de corrupción que privaron durante las gestiones kirchneristas.

Más allá de estos casos, la expresidenta tendrá que declarar por primera vez en Tribunales la próxima semana, ya que debe presentarse ante el juez Claudio Bonadío, que la investiga por una operación financiera de venta de dólares autorizada durante su mandato.

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