¿Cuál es el panorama de la inmigración en EU?

Esta puede ser la semana en que un grupo de senadores de ambos partidos dé a conocer los detalles del plan de reforma.

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El presidente Barack Obama prometió reformarla en su primer período pero no lo hizo. (Agencias)
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Agencias
WASHINGTON, DC.- Este puede ser el año en que el Congreso de Estados Unidos decidirá qué hacer con los millones de inmigrantes que viven sin autorización en Estados Unidos. Y esta puede ser la semana en que un grupo de senadores de ambos partidos dé a conocer los detalles del plan de reforma que ha estado negociando durante meses.

Pero, ¿qué clase de plan será? ¿Por qué hacerlo ahora? Y ¿quiénes son estos inmigrantes, una vez que se mire más allá de las grandes cifras?

A continuación ofrecemos una buena dosis de hechos, cifras y otra información para ayudar a entender el debate sobre la inmigración:

¿Por qué ahora?

Desde hace varios decenios ha habido grandes problemas con la inmigración en Estados Unidos.

El presidente George W. Bush trató de cambiar el sistema y fracasó. El presidente Barack Obama prometió reformarla en su primer período pero no lo hizo.

En su segundo período considera la inmigración como una prioridad y los republicanos también parecen dispuestos a negociar.

¿A qué se debe esta nueva solución negociada?

Obama ganó el 71% del voto hispano en la reelección de 2012 y tiene una deuda con ese grupo. Los comicios del año pasado también enviaron un mensaje inequívoco a los republicanos de que no pueden ignorar a este grupo decisivo de electores.

Ha sido el tipo de cambio fundamental que rara vez ocurre en la política. Además, hay una mayor presión de líderes empresariales, quienes desean facilitar que Estados Unidos atraiga a inmigrantes con un alto nivel académico y traer a más trabajadores de baja cualificación, como los agrícolas.

¿Cuál es el problema?

La "reforma integral de la inmigración" generalmente se centra en cuatro preguntas clave:

-Qué hacer con los más de 11 millones de inmigrantes que viven en Estados Unidos sin autorización.

-Cómo hacer más estricta la seguridad en la frontera.

-Cómo evitar que las empresas contraten a personas que viven sin autorización en el país.

-Cómo mejorar el sistema de inmigración legal, que ahora es tan complicado que el adjetivo "bizantino" sale a relucir con demasiada frecuencia.

¿Quiénes son el grupo de los ocho?

Un grupo de cuatro senadores demócratas y cuatro republicanos que tratan de redactar un proyecto de ley en busca de una solución a los cuatro temas clave.

Obama está preparando su propio plan en caso de que fracasen las negociaciones en el Congreso. También hay un grupo bipartidista en la Cámara que trabaja en la redacción de un proyecto de ley, pero los líderes de la Cámara pudieran dejar que el Senado tome la iniciativa.

Los inmigrantes

Una cifra récord de 40.4 millones de inmigrantes viven en Estados Unidos, lo que representa 13% de la población. Más de 18 millones son ciudadanos naturalizados, 11 millones son residentes permanentes o temporales legales y más de 11 millones están en el país sin autorización, según el Centro Hispano Pew, una organización privada de investigaciones.

Los que están en el país sin autorización representaban 3.7% de la población de Estados Unidos en 2010. Aunque la inmigración en general ha aumentado constantemente, la cifra de los que viven en el país sin autorización tocó su máximo en 2007 con 12 millones.

El destino preferido

Estados Unidos es el principal destino de los inmigrantes. Rusia está en segundo lugar, con 12.3 millones, según el Centro Hispano Pew.

¿De dónde vienen?

El 29% de las personas nacidas en otros países que viven en Estados Unidos, aproximadamente 11.7 millones, llegó de México. Aproximadamente 25% llegó del Sur y Este de Asia, 9% del Caribe, 8% de Centroamérica, 7% de Sudamérica, 4% del Oriente Medio y el resto de otras regiones.

Las cifras son diferentes en el caso de los inmigrantes sin autorización: una cifra estimada en 58% son de México. La cifra más cercana es 6%, de El Salvador, indica el gobierno.

¿Dónde viven?

California tiene la mayor proporción de inmigrantes, con 27%, seguida por Nueva York, Nueva Jersey, Florida, Nevada, Hawai y Texas, según el Instituto de Políticas de Migración, un grupo privado especializado en temas de la inmigración mundial.

California tiene la mayor proporción de inmigrantes sin autorización, con 25%, seguida de Texas con 16%. Florida y Nueva York tienen 6% y Georgia 5%, según el Departamento de Seguridad Interior.

¿Cómo entran?

Pudiera decirse que algunos entran por la puerta delantera, otros por una lateral y otros por la puerta trasera, según un informe de la Oficina de Referencia de Población, un grupo privado.

-Los que llegan por la puerta delantera: personas patrocinadas legalmente por sus familiares o empleadores, refugiados y solicitantes de asilo, así como inmigrantes que ganan visas en la lotería anual de "diversidad".

-Por la puerta lateral: los que llegan legalmente para una estancia temporal, como los que tienen visa para visitar, trabajar o estudiar en el país. Hay decenas de tipos de visas de no inmigrante, como por razones de negocios, atletas y artistas. Los visitantes de decenas de países ni siquiera necesitan visa.

-La puerta trasera: un poco más de la mitad de los que están en el país sin autorización han llegado por la puerta trasera, evadiendo los controles fronterizos, calcula el Centro Hispano Pew. El resto llegó legalmente pero no se marchó cuando debía hacerlo o de otra forma infringió los términos de su visa.

¿Cómo lo sabemos?

Se acepta ampliamente que hay más de 11 millones de inmigrantes no autorizados en Estados Unidos.

Pero, ¿cómo lo sabemos?

Los que viven en el país sin autorización por lo general no están muy dispuestos a ofrecer información voluntariamente. Los especialistas analizan las cifras del Censo y otras encuestas del gobierno, hacen suposiciones, las ajustan para tomar en cuenta a personas que pudieran haber quedado fuera de los cálculos, lo combinan con información demográfica de México y llegan a cifras similares.

El Departamento de Seguridad Interior calcula que en enero de 2011 había 11.5 millones de personas viviendo sin autorización en Estados Unidos. El Centro Hispano Pew coloca esa cifra en 11.1 millones en marzo de 2011.

Los demógrafos usan lo que se denomina el método "residual" para llegar a sus conclusiones. Toman en cuenta cálculos de los nacidos en el extranjero que viven en el país con autorización y le restan ese número al total de la población nacida fuera de Estados Unidos. La cifra resultante son los que viven en el país sin autorización.

¿Es un delito?

Estar en Estados Unidos sin autorización no es un delito en sí, es una infracción civil.

Entrar al país sin autorización es un delito menor. Volver a entrar al país sin autorización después de haber sido expulsado de manera formal puede ser un delito mayor.

El Centro Hispano Pew calcula que un poco menos de la mitad de los inmigrantes no autorizados que viven en el país no entraron ilegalmente. Se quedaron más tiempo del que les permitía su visa, abandonaron la escuela o de otra manera infringieron las condiciones de su visa.

¿Cómo les decimos?

Hay numerosas opiniones, igualmente fuertes, sobre la mejor manera de referirse a los más de 11 millones de personas que viven en Estados Unidos sin autorización.

¿Inmigrantes ilegales?

¿Trabajadores indocumentados?

¿Población no autorizada?

¿Extranjeros ilegales?

La última versión por lo general ya no se usa. Algunos inmigrantes han lanzado una campaña para eliminar la palabra "ilegal" en el debate sobre ellos, alegando que es deshumanizante para referirse a una persona.

"Trabajador indocumentado" con frecuencia no es un término exacto porque muchos no son trabajadores y algunos tienen documentos de otros países. Los informes del Departamento de Seguridad Interior usan "inmigrantes no autorizados", pero la entidad también usa "extranjeros capturados" en sus informes estadísticos.

Las definiciones

-Residentes permanentes legales (LPR, por sus siglas en inglés): personas que tienen autorización para vivir permanentemente en Estados Unidos pero no son ciudadanos estadounidenses. En su mayoría pueden solicitar la ciudadanía a los cinco años de recibir su tarjeta verde. En 2011, 1,06 millones de personas recibieron la tarjeta verde.

-Refugiados y asilados: personas que vienen a Estados Unidos para evitar la persecución en sus países de origen. ¿Cuál es la diferencia entre los dos términos? Los refugiados son personas que solicitan un estatus de protección antes de llegar a Estados Unidos. Los asilados son los que solicitan ese estatus al llegar al país o después.

-Naturalización: el proceso por el cual los inmigrantes toman la ciudadanía estadounidense.

¿Es verde?

¿Existe realmente una tarjeta verde? Por supuesto que sí.

La Tarjeta de Residente Permanente se expide a personas autorizadas para vivir y trabajar en Estados Unidos de manera permanente. En 2010 el gobierno la rediseñó para agregarle funciones de seguridad, y hacerla verde de nuevo.

Las tarjetas han cambiado de color a lo largo de los años. Las nuevas tarjetas verdes son válidas por 10 años para los residentes permanentes legales y dos años para los residentes condicionales.

El camino a la cuidadanía

Se habla mucho de crear un "camino a la ciudadanía" para los inmigrantes que están en Estados Unidos sin estatus legal. Pero no hay consenso sobre cuál debe ser ese camino, y algunos conservadores rechazan la idea de plano por considerarla equivalente a una amnistía.

Hay un debate vigoroso sobre qué condiciones deberían cumplir los inmigrantes que viven sin autorización en el país para poder solicitar la ciudadanía: pagar impuestos o cargos, someterse a una verificación de antecedentes penales, etc.

Algunos republicanos desean ver primero una mejora en la seguridad fronteriza y saber a ciencia cierta si las personas que están con autorización en el país se marchan cuando les corresponde. Obama no apoya la vinculación de la seguridad fronteriza con el camino a la ciudadanía.

Algunos conservadores desean otorgar a los inmigrantes que viven en el país sin autorización algún tipo de estatus legal, pero no la ciudadanía. Aproximadamente 43% de la población del país opina que los que están aquí sin autorización deben ser elegibles para solicitar la ciudadanía, una cuarta parte piensa que sólo se les debe permitir la solicitud de la residencia permanente y aproximadamente la misma proporción opina que no se les debe permitir quedarse legalmente, según los resultados de una encuesta del Centro Hispano Pew dados a conocer en marzo.

Una nueva sigla

Los LPR dan paso a los LPI.

El borrador de la propuesta de inmigración del presidente crea una visa denominada "Inmigrante Legal Potencial". Esa visa permitiría a los que viven en el país sin autorización convertirse en residentes legales permanentes en un período de ocho años si cumplen ciertas exigencias, como someterse a una verificación de antecedentes penales. También pudieran ser elegibles para solicitar la ciudadanía estadounidense.

¿Amnistía?

Nada crea más alboroto que hablar de amnistía para los inmigrantes que viven en el país sin autorización, aunque hay mucho desacuerdo sobre cómo definir el término.

Una iniciativa en 2007 para reformar el sistema de inmigración, liderada por Bush, fracasó en parte porque los republicanos rechazaron que incluyera un proceso para dar la posibilidad de tomar la ciudadanía a inmigrantes no autorizados pero que de otra manera eran respetuosos de la ley. Los críticos alegaron eso sería ofrecer una amnistía.

Todas las partes saben que no es práctico hablar de devolver a más de 11 millones de personas a sus países de origen. De manera que esta vez existe el gran reto de encontrar una forma aceptable de buscar una solución al estatus de los que viven en el país sin autorización.

El aplazamiento

Mientras el debate general sobre la inmigración se mantiene, el gobierno ya ofrece a unos 1.76 millones de inmigrantes no autorizados una forma de evitar la deportación, al menos por ahora.

Obama anunció en junio un programa que aplaza la deportación para muchas personas a quienes trajeron al país cuando eran niños. Los solicitantes del aplazamiento deben haber llegado antes de cumplir 16 años, tener ahora menos de 31 años, ser graduados de secundaria o estar estudiando, o haber servido en las fuerzas armadas. No pueden tener antecedentes penales serios o significar una amenaza a la seguridad pública o nacional.

El programa de Solicitud de Suspensión Temporal de la Deportación para los que llegaron cuando eran niños recibe un promedio de 3 mil 300 solicitudes diarias. Para mediados de marzo, casi 454 mil personas lo habían solicitado y más de 245 mil fueron aprobadas; las autoridades estudian los casos de la mayoría del resto.

De alguna manera el programa se basa en la fracasada iniciativa legislativa DREAM Act, que habría dado a muchos inmigrantes jóvenes no autorizados un camino a un estatus legal. El programa de Obama no les ofrece un estatus legal, pero al menos los protege de la deportación durante dos años.

Historia; Las olas migratorias

Estados Unidos está en su cuarta y mayor ola inmigratoria.

La primera ocurrió en la era colonial. La segunda ocurrió entre 1820 y 1870 con la llegada de inmigrantes de Europa Occidental y del Norte. En su mayoría eran alemanes a irlandeses, pero la fiebre del oro y la oferta de empleos en el ferrocarril transcontinental también atrajo a muchos inmigrantes chinos.

En el decenio de 1870 la inmigración declinó debido a los problemas económicos y a leyes restrictivas.

La tercera ola, ocurrida entre 1881 y 1920, trajo al país a más de 23 millones de personas, en su mayoría de Europa Oriental y del Sur, que aprovecharon los viajes transatlánticos baratos y la demanda de empleo.

Entonces ocurrió la Gran Depresión y entraron en vigor nuevas leyes de inmigración más restrictivas, lo que hizo que la inmigración bajara durante varios decenios.

La cuarta ola, que sigue activa, comenzó en 1965 con el fin de los límites a la inmigración sobre la base de la nacionalidad. Los nacidos en el extranjero representaban una de cada 20 personas en el país en 1960; hoy la cifra es de 1 de cada 8.

Historia: Cuestiones de leyes

Hasta los años 1800, la inmigración era básicamente abierta. Entonces se impusieron los límites por país de origen. Y desde entonces, grandes cambios en las leyes han ayudado a generar profundos cambios en los patrones de inmigración.

Entre las leyes más notables:

-Ley de Inmigración y Nacionalidad de 1965: abolió los límites por país, estableció un nuevo sistema que determinaba la preferencia sobre la base de las relaciones familiares y conocimientos necesarios, y amplió las categorías de familiares que podían entrar al país sin límites de número.

-Ley de Reforma y Control de Inmigración de 1986: legalizó a unos 2.7 millones de inmigrantes no autorizados, 84% de ellos mexicanos y centroamericanos.

-Ley de Inmigración de 1990: aumentó el límite mundial de inmigrantes a un "tope flexible" de 675.000 al año. La cifra puede ser mayor algunos años si hay cupo de visas no concedidas del año anterior.

-Ley de Reforma y Responsabilidad en la Inmigración de 1996: amplió las razones posibles para deportar a personas o declararlas inelegibles para entrar al país, hizo más expedito el proceso de deportación y otorgó a las agencias policiales estatales y locales la autoridad para hacer cumplir las leyes de inmigración.

-Después de 2001: en 2001 se comenzó a hablar de un nuevo plan de inmigración para hacer frente al asunto de los inmigrantes no autorizados, trabajadores temporales y la violencia a lo largo de la frontera con México. Pero los atentados terroristas del 11 de septiembre pusieron fin a ese plan, en medio de una inquietud cada vez mayor por la inmigración ilegal.

La última vez...

El plan de envergadura más reciente para la legalización de inmigrantes, presentado en 1986, demoró seis años en aprobarse.

La ley, firmada por el entonces presidente Ronald Reagan, tenía tres componentes clave: ilegalizar la contratación de trabajadores no autorizados, mejorar la seguridad en la frontera y ofrecer la legalización del estatus a una buena parte de los entre 3 millones y 5 millones de inmigrantes que entonces vivían sin autorización en el país.

Los resultados fueron decepcionantes en dos frentes: la ofensiva contra la contratación de inmigrantes no autorizados fracasó, en lo fundamental porque no había una buena forma de verificar la elegibilidad para trabajar, y el fortalecimiento de la seguridad en la frontera demoró un decenio. Como resultado, la inmigración ilegal siguió aumentando, impulsada por la fuerza de la economía de Estados Unidos.

Lo que sí funcionó: casi 3 millones de inmigrantes que vivían ilegalmente en el país recibieron un estatus legal. Para 2009, aproximadamente 40% se había naturalizado, según el Departamento de Seguridad Interior.

Auge hispano

Las cifras del Censo muestran que entre 1960 y 2010 la inmigración desde Europa bajó, al tiempo que se disparó el número de los que llegaban desde América Latina y Asia. A medida que el origen de los inmigrantes cambiaba, lo mismo ocurrió con los lugares donde se establecían. La concentración cambió de las regiones Noreste y Medio Oeste, al Sur y el Oeste.

Cifras de la Oficina de Censo

-En 1960, en Estados Unidos había menos de 1 millón de personas nacidas en América Latina. Para 2010 eran 21,2 millones.

-En 1960, 75% de los extranjeros que vivían en Estados Unidos procedía de Europa. Para 2010, 80% llegaba de América Latina y Asia.

-En 1960, 47% de los nacidos en el extranjero vivía en el Noreste y 10% en el Sur. Para 2010, 22% vivía en el Norte y 32% en el Sur.

La cerca

La cerca entre Estados Unidos y México divide a ambos países intermitentemente a lo largo de 1,055 kilómetros (651 millas) de una frontera de 3,165 kilómetros (1,954 millas). La mayor parte se ha levantado desde 2005. En algunos puntos es una estructura de malla de acero de 5.5 metros (18 pies) de alto, con alambre concertina en la parte superior. En otros puntos es una estructura de 2,5 metros (8 pies) de alto, construida con segmentos de pistas de aterrizaje portátiles de la Guerra de Vietnam.

La cerca es una de las manifestaciones más visibles de un esfuerzo masivo durante los últimos dos decenios para mejorar la seguridad en la frontera. Y los resultados de ese esfuerzo son notables. Las imágenes de multitudes de inmigrantes que cruzan corriendo la frontera ilegalmente mientras los agentes se apresuran a capturar a unos pocos son en lo fundamental una cosa del pasado.

Hace dos decenios, menos de 4 mil agentes de la Patrulla Fronteriza estaban destacados en la frontera con México. Hoy son 18 mil 500.

El desplome en las estadísticas de detenciones es sólo uno de los ejemplos de cambio: 357 mil el año pasado, en comparación con 1.6 millones en 2000. Las cifras han bajado en parte porque menos personas tratan de cruzar la frontera.

La frontera no está sellada, pero ciertamente es más segura.

¿Quién se queda?

Con una mayor seguridad en la frontera y años de dificultades económicas en Estados Unidos, la mayoría de los inmigrantes que viven sin autorización en el país llevan asentados algún tiempo. Sólo 14% ha llegado desde principios de 2005, según cálculos del Departamento de Seguridad Interior. En comparación, 29% llegó durante los cinco años anteriores.

En el momento de más fuerza de la ola inmigratoria, en 2000, unos 770 mil inmigrantes llegaban anualmente de México, en su mayoría sin autorización. Para 2010, el ritmo había bajado a unos 140 mil, en su mayoría de manera ilegal, según el Centro Hispano Pew.

¿Quién se va?

Los mexicanos, en su mayoría. Desde 1986, más de 4 millones de inmigrantes no autorizados han sido deportados. Las deportaciones han aumentado durante el gobierno de Obama, llegando a 410 mil en 2012, en comparación con 30 mil en 1990. La mayoría de los deportados -75%- son enviados de vuelta a México. Casi la mitad de los deportados habían sido condenados por delitos anteriormente. Hasta el momento, el gobierno de Obama ha deportado a más de 1.6 millones de personas.

Naturalizarse o no

Muchos de los inmigrantes que cumplen los requisitos para naturalizarse no lo hacen. Hasta 2010, aproximadamente dos tercera partes de los inmigrantes elegibles había solicitado la ciudadanía, según el Instituto de Políticas de Migración. Esa cifra es menor que el índice en otros países de habla inglesa, como Australia y Canadá, que hacen más por impulsar la naturalización.

Razones para naturalizarse

¿Cuán importante es la ciudadanía?

La naturalización ofrece muchos derechos y beneficios, como del derecho al voto y postularse a un cargo público. Los ciudadanos naturalizados están protegidos de perder su residencia y ser deportados si tienen problemas legales. También pueden traer a familiares más rápido a Estados Unidos.

Ciertos empleos y profesiones con licencia exigen la ciudadanía. La ciudadanía también simboliza la participación integral en la sociedad del país.

En 2010 había una diferencia de 67% en los ingresos de los ciudadanos naturalizados y los inmigrantes sin ciudadanía estadounidense, según un informe del Instituto de Políticas de Migración. Incluso después de descontar las diferencias en materia de educación, manejo del idioma y experiencia laboral, los ciudadanos naturalizados ganaban por lo menos 5% más.

Razones para no naturalizarse

Casi dos terceras partes de los 5.4 millones de inmigrantes mexicanos autorizados que cumple los requisitos para solicitar la ciudadanía estadounidense no lo han hecho, según un estudio del Centro Hispano Pew dado a conocer en febrero. El índice de naturalización de esas personas es la mitad de los inmigrantes legales de todos los demás países juntos. Las barreras a la naturalización que citan los mexicanos que no han solicitado la ciudadanía incluyen la necesidad de aprender inglés, la dificultad del examen de ciudadanía y los 680 dólares que cuesta la solicitud.

Trabajadores

¿En qué trabajan los inmigrantes no autorizados?

En 2010, aproximadamente 8 millones trabajaban o buscaban trabajo en Estados Unidos. Representaban aproximadamente 5% de la fuerza laboral, según el Centro Hispano Pew. Entre los trabajadores agrícolas, se cree que la mitad vive en el país sin autorización, según la Oficina de Rendición de Cuentas del Gobierno.

Los grupos empresariales quieren tener un sistema que les permita traer trabajadores tanto altamente cualificados como de baja cualificación, como los trabajadores agrícolas. La idea es contratar más cuando no haya estadounidenses para llenar esas plazas. Esto ha sido un punto de conflicto en intentos anteriores por reformar el sistema de inmigración. Los grupos sindicales desean que la modificación del sistema ofrezca protección a los trabajadores y garantías de que no desplacen a trabajadores estadounidenses. Los programas de trabajadores temporales en vigor son complicados y anticuados.

Empleadores

Las leyes en vigor exigen a las empresas que sus empleados llenen un formulario que los declara autorizados a trabajar en Estados Unidos. Entonces la empresa necesita verificar que los documentos de identificación del trabajador sean auténticos. Pero la ley permite presentar muchos documentos diferentes y muchos son fáciles de falsificar.

El gobierno ha desarrollado un sistema voluntario de verificación de empleo llamado E-Verify, que ha mejorado gradualmente. Pero hasta el momento sólo 10% de las empresas lo usan, según el Instituto sobre Políticas de Migración. Un total de 19 estados exigen ahora el uso del sistema en diferentes grados.

Familias o empleos

Una gran interrogante en el debate sobre la inmigración se centra en qué grado de prioridad se debe dar a los familiares de los ciudadanos estadounidenses y los residentes permanentes.

La ley en vigor otorga una proporción mucho mayor de tarjetas verdes a familiares que a extranjeros con perspectivas de empleo en el país. Aproximadamente dos terceras partes de la inmigración legal permanente a Estados Unidos es por razones familiares, según el Instituto sobre Políticas de Migración. El resto es en lo fundamental por razones humanitarias.

Algunas autoridades piensan que la inmigración basada en razones de empleo debe impulsarse para ayudar a la economía. Los defensores de la unidad familiar quieren asegurar que tales medidas no sean a costa de personas que tratan de reunirse con familiares en Estados Unidos.

¿A quién le importa?

A pesar de toda la atención que se dedica al tema de la inmigración en estos momentos, no es la prioridad para la mayoría de las personas, ni siquiera para la mayoría de los hispanos. El tema ocupó el lugar 17 en una lista de prioridades de políticas en una reciente encuesta del Centro Hispano Pew. Entre los hispanos, una tercera parte dijo que la inmigración era un tema extremadamente importante, por detrás de temas como la economía y los empleos, la educación y los servicios médicos.

¿Qué hacer?

El público está dividido sobre qué debe hacerse para solucionar los problemas de inmigración. En una encuesta reciente del Centro Hispano Pew, 28% dijo que la prioridad debe ser endurecer las restricciones a la inmigración, 27% dijo que la prioridad era crear un camino a la ciudadanía y 42% pensaba que ambos enfoques deben recibir el mismo nivel de prioridad.

Un vistazo desde el Sur

¿Es la vida realmente mejor en Estados Unidos? Un poco más de la mitad de los adultos mexicanos piensa que sí, según una encuesta sobre Actitudes Globales del Centro Hispano Pew de 2012. El 38% de los entrevistados dijo que se mudaría a Estados Unidos si tuviera la oportunidad. El 19% dijo que estaba dispuesto a venir incluso sin autorización.

(Con información de Associated Press)

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