Cubanos, clientes y empresarios en turismo

En el 2013 casi un millón se hospedó en hoteles del país, y 820 mil, en centros del Campismo Popular

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Jóvenes conversan mientras en el fondo se observan los fuegos artificiales lanzados por una flotilla del exilio cubano en el malecón de La Habana, Cuba. (Archivo/EFE)
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Agencias
LA HABANA, Cuba.- Los cubanos, con prohibiciones hasta hace poco para ser clientes o empresarios "privados" en el turismo nacional, irrumpen hoy en el sector en ambas condiciones, aunque para unos y otros aún persisten "obstáculos", informa el sitio web ansalatina.

"Ya se ha hecho efectiva la firma de contratos en los que se establecen las normas generales para que grupos de vacacionistas organizados desde el exterior por las agencias reciban servicios de alojamiento y gastronómico en casas y restaurantes particulares, un paso que se asume sin medias tintas, sin miedos ni recelos", comentó hoy el semanario estatal 'Trabajadores'.

En cuanto a los cubanos como huéspedes, el Ministerio del Turismo divulgó que en 2013 casi un millón se hospedó en los hoteles del país.

En tanto, otros 820 mil descansaron ese año en centros turísticos del Campismo Popular, una modalidad vacacional aún subsidiada por el Estado.

Tras iniciarse cambios económicos por parte del gobierno del presidente Raúl Castro en 2008, quedaron abolidas las restricciones de alojamientos que pesaron por casi dos décadas sobre los nacionales.

En 2012, la industria del ocio, respaldada por un decreto gubernamental, decidió abrir sus puertas al trabajo "no estatal" mediante contratos del Estado con particulares.

Cuando tienen el dinero suficiente, los cubanos pueden disfrutar de cualquier hotel o alojamiento del país

El análisis de Trabajadores en Santiago de Cuba, provincia en el extremo este del país, aseguró que el nuevo sistema de vínculo contractual entre el Estado y privados en el turismo está dando "pasos iniciales". 

Toma de ejemplo un restaurante privado llamado El Palenquito, en la ciudad de Santiago cabecera provincial. Sus dueños, Zaida Vidal y Abelino Vázquez, dijeron estar entusiasmados.

"Solo estamos a la espera de que rompa en grande la presencia de grupos de turistas organizados, algo que debe representar un impulso a nuestro negocio, pero que no deja de ser un reto enorme", afirmó Vidal. 

Por su parte, Vázquez se quejó de que "es un caos el tema de los suministros" para el restaurante. 

"No acaba de aparecer la prioridad que necesitamos los cuentapropistas para adquirir productos e insumos básicos y de buena factura para sostener las ofertas sin necesidad de caer en la ilegalidad. Te puedes pasar un día entero dando vueltas en la ciudad para encontrar servilletas, camarones frescos, cervezas, refrescos o jugos".

En Cuba, y pese a que ya operan casi 500 mil privados estos no tienen mercados al por mayor para comprar los productos que necesitan.

El gobierno ha prometido fundarlos, y hasta ahora lo ha hecho solo en el marco del comercio agropecuario. La falta de comercio mayorista lleva a muchos privados a comprar insumos en el mercado ilegal, lo cual les puede costar la licencia.

En cuanto a los turistas nacionales, cuando tienen el dinero suficiente pueden disfrutar de cualquier hotel o alojamiento del país. Pero el dinero escasea. En el sector estatal, el mayor empleador, los salarios promedios no llegan a los 500 pesos nacionales, o sea alrededor de 20 dólares mensuales.

Sin embargo tanto familias como estudiantes adolescentes o aprovechan los precios aún baratos del campismo popular, o se las arreglan para organizar vacaciones colectivas, especialmente para alquilar casas en las playas.

También pueden aprovechar ofertas de bajo precio, o descuentos de verano. "Aún así aún son altos los precios, dijo a ANSA Rodolfo Hernández, un habanero que repara por el estado equipos de refrigeración. "Cada familia "se pone" y puede alquilarse una casa por dos o tres días". "Una vez al año no hace daño", dijo. 

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