El Ayatola Jomeini me ordenó matar al Papa: Agca

El exterrorista turco que baleó a Juan Pablo II declaró que el líder iraní le prometió el paraíso a cambio del atentado.

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Juan Pablo II otorgó el perdón a su atacante. (Agencias)
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Agencias
EL VATICANO.- El ex terrorista turco y autor del atentado del 31 de mayo de 1981 contra el Papa Juan Pablo II, Mehmet Ali Agca, aseguró que fue el ayatola iraní Ruholla Jomeini quien le ordenó disparar contra el pontífice.

Tras haber ofrecido innumerables pistas falsas sobre el autor intelectual del ataque a lo largo de los años, el ex sicario cambió nuevamente su versión de los hechos en el libro titulado: "Me habían prometido el paraíso", publicado esta semana en Italia, informa Notimex.

"Esta es la voluntad de Alá, querido Alí. No tengas dudas", le habría dicho Jomeini a Agca, de acuerdo a uno de los pasajes del texto.

El líder espiritual de la revolución iraní de 1979 habría agregado: "Alá te llama a esta gran misión. No dudes nunca, ten fe, mata por él, mata al Anticristo, mata sin piedad a Juan Pablo II, y después quítate la vida para que la tentación de la traición no ofusque tu gesto".

Por la victoria del Islam

"Esta muerte abrirá una vez por todas la vía para el regreso del imán Mahdi a la tierra. Este derramamiento de sangre será el preludio de la victoria del Islam en todo el mundo.

Tu martirio será recompensado con el paraíso, con la gloria eterna en el reino de Alá", indicó otro párrafo.

Según el libro, el ex miembro del grupo fundamentalista islámico turco de los Lobos Grises se habría reunido con Jomeini en Irán, tras haber huido de una prisión de su país en la que se encontraba detenido por el homicidio del director del periódico liberal "Milliyet".

Y habría aceptado la misión, supuestamente suicida, con las siguientes palabras: "Yo, Mehmet Alí Agca, estoy listo al martirio. Sí, mataré a Juan Pablo II, mataré al Papa y un segundo después me quitaré la vida".

Pero el sicario falló en su intento. La tarde de aquel miércoles 13 de mayo efectivamente los disparos partieron de la pistola Browing nueve milímetros que el turco llevó hasta la Plaza de San Pedro y golpearon al Papa en la mano, el brazo y el abdomen.

Eran las 17:19 horas local (16:19 GMT), el papamóvil blanco descapotado donde se desplomó Karol Wojtyla envuelto en sangre partió con urgencia hacia el interior del Vaticano y de allí una ambulancia lo trasladó hasta el Policlínico Gemelli, al norte de Roma.

En medio de la confusión el responsable del atentado fue detenido y entregado a la policía italiana. Tras una extenuante operación el pontífice permaneció dos meses y medio hospitalizado, pero salvó su vida. Pocas semanas después visitó a su atacante en la cárcel.

Varias versiones

A lo largo de los años Agca dio versiones diversas sobre quién le habría ordenado atentar contra el Papa. Poco después de haber sido arrestado sostuvo que actuó solo, más tarde sugirió la "pista búlgara", en la cual habría estado involucrado el régimen comunista soviético.

En 2010, ya fuera de la cárcel tras haber recibido dos indultos uno en Italia en 1996 y otro en Turquía en 2009-, el ex terrorista culpó al antiguo secretario de Estado del Vaticano, Agostino Casaroli, de haber sido el cerebro del atentado contra el pontífice.

"Definitivamente el gobierno del Vaticano estuvo detrás del intento de asesinato. El cardenal Agostino Casaroli, el segundo hombre del Vaticano, decidió esto", dijo en noviembre de ese año en una entrevista a la televisión pública turca TRT.

"Nuevas falsedades"

El portavoz del Vaticano, Federico Lombardi, calificó de "nuevas falsedades" las supuestas revelaciones del ex terrorista Mehmet Ali Agca sobre el atentado de 1981 contra Juan Pablo II y que involucraron al líder iraní ayatolá Jomeini.

En una larga nota difundida por la Radio Vaticana, el sacerdote jesuita salió al paso de las afirmaciones contenidas en el libro "Me habían prometido el paraíso. Mi vida y mi verdad sobre el atentado al Papa", que salió a la venta esta semana en Italia.
 
Redactado en tono irónico, el escrito desmontó algunos de los pasajes cruciales del libro, que pretende ser la autobiografía de Agca, el ex sicario y miembro del grupo fundamentalista islámico "Lobos grises", autor del intento de asesinato contra Karol Wojtyla hace casi 32 años.
 
Entre otras cosas, Lombardi desmintió partes del relato sobre el famoso coloquio privado que sostuvo el Papa con su atacante el 27 de diciembre de 1983 en la cárcel romana de Rebbibia, donde el terrorista turco fue detenido hasta el año 1996, cuando fue extraditado a su país de origen.
 
"No es verdad que Agca haya hablado del ayatolá Jomeini y de Irán, en el curso del coloquio en la cárcel. No es verdad que en El Vaticano se haya considerado como fundada una pista islámica (sobre el atentado)", precisó.

Nunca respondió

Federico Lombardi hizo referencia también a unas cartas que el entonces cardenal Joseph Ratzinger habría mandado al terrorista turco, presentadas en el libro como "cartas espirituales" en las cuales el purpurado supuestamente decía que rezaba por la conversión del terrorista.
 
"Por escrúpulo, me preocupé de saber hoy del entonces cardenal Ratzinger (actual Papa), si verdaderamente había escrito esas cartas. Y la respuesta ha sido muy clara: que él había sí recibido cartas de Agca pero que nunca respondió", dijo.
 
"En El Vaticano nunca se consideró como atendible la pista islámica, aún más, parece que ni siquiera se habló sobre ella. Por otra parte parece totalmente increíble que, si el Papa hubiese estado verdaderamente informado y hubiese creído a la versión, no hubiese trascendido ni siquiera un rumor", agregó.
 
Para el vocero Mehmet Ali Agca ha tenido una "política de despiste sistemático de los investigadores" y ahora busca construir un una exclusiva internacional involucrando a Jomeini, a Irán, y al islamismo "nazifascista" en la voluntad de asesinar al Papa.
 
"Prácticamente todo aquello está mi incompetencia y que podido verificar es falso. Las más de 100 versiones de los hechos que hasta ahora ha dado y a las cuales se agrega esta última son demasiadas para que ahora le podamos creer", sentenció.

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