Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El papa Benedicto XVI explicó hoy en la audiencia general la historia de Abraham y, a partir del capítulo XI de la Carta a los Hebreos, también el "fundamento de lo que se espera y se sufre" temiendo "a Dios y construyendo una sociedad de hombres dignos".

"En el proyecto divino -recordó el Papa- Abraham está destinado a convertirse en padre de una multitud de pueblos y a habitar una tierra" con su pueblo, según informa AssociatedPress.

Sin embargo la tierra de los cananeos le es dada, pero "nunca le pertenecerá realmente".

Y de aquí el verdadero creyente puede sacar una enseñanza, el "sentir siempre la propia pobreza", que es la "condición espiritual de quien acepta seguir a Cristo, de quien decide partir" siguiendo la "promesa", "signo de la invisible y poderosa bendición de Dios".

Abraham, agregó Benedicto XVI, frente a la esterilidad de Sara "no dudó por incredulidad, sino que se reforzó en la fe y alabó a Dios plenamente consciente" del hecho de que Dios "llevaría a cabo lo que había prometido".

El de Abraham es un "recorrido paradójico, porque es bendito pero sin las señales visibles de la bendición".

El creyente "es bendito porque sabe discernir la bendición divina yendo más allá de las apariencias y confiando en la presencia de Dios incluso cuando sus caminos parecen misteriosos".

Confiar en Dios, confiarse a él, significa no mirar a Dios como "alguien a quien dedicar algún momento del día y de la semana" o "solo cuando estoy en problemas".