Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- La Santa Sede se negó a dar datos solicitados por la ONU sobre abusos sexuales de niños por parte de clérigos, y argumentó que la competencia es de la justicia donde los delitos fueron cometidos.

El documento de 24 páginas -en respuesta a un cuestionario sobre pedofilia- fue enviado el martes al Comité sobre los Derechos del Niño, con sede en Ginebra, Suiza, y del cual hoy se conocieron detalles.

Precisamente el Vaticano fue uno de los países promotores del tratado de 1989 que posibilita los controles a la aplicación de esos derechos.

También declina a hablar de los procedimientos canónicos sobre prelados, procedimientos con líneas y características distintas de los de la legislación civil, de acuerdo con Ansa Latina.

El texto vaticano destaca que los delitos cometidos por sacerdotes en cada territorio son competencia de las autoridades de ese país.

Los sacerdotes, aclara, son sujetos de las leyes de los estados en los cuales viven.

En cuanto a los procedimientos canónicos, distintos de los penales, conducidos por la Congregación para la Doctrina de la Fe estarán disponibles sólo en relación a investigaciones penales específicas de las autoridades competentes sobre responsables de abusos.

En la práctica, no se pueden elevar a un organismo como el comité de la ONU.

Propias investigaciones

La respuesta del Vaticano fue interpretada por los especialistas como un rechazo a compartir los resultados de sus propias investigaciones sobre abusos sexuales.

"La Santa Sede explicó que la competencia, por ejemplo, sobre abusos en Irlanda es de las autoridades irlandesas. Pero, como se puede leer en el documento, aclaró también los criterios seguidos en las respuestas", afirmó el director de prensa del Vaticano, el sacerdote Francisco Lombardi.

Los organismos vaticanos "no están llamados a hablar de los procedimientos canónicos, que tienen caracteres y finalidades distintas de aquellos civiles, ni de los delitos cometidos en territorios que no son de su competencia", agregó.

La Santa Sede "responde por sus propias competencias, además por las líneas rectoras y las directivas transmitidas a las Conferencias Episcopales para las buenas praxis de lucha y prevención hacia los abusos sexuales y de asistencia a las víctimas", dijo Lombardi.

Presente y disponible

La línea seguida por el Vaticano es la de colaborar con las autoridades civiles en campo penal, aún cuando después el aspecto de la obligación de denuncia de parte de los obispos fue percibida de manera distinta por varios episcopados.

La respuesta vaticana al comité de la ONU recuerda el "motu propio" del papa Francisco con el cual fue integrado el Código Penal vaticano, insertando los delitos de pedofilia y pornografía infantil.

El 16 de enero próximo, en la sesión prevista en Ginebra entre los estados adherentes a la convención, "la Santa Sede estará presente y disponible a responder a los requerimientos que se realicen", anticipó Lombardi.