Dilma Rousseff se queda corta e irá a segunda vuelta

La Mandataria se enfrentará en tres semanas con el popular exgobernador Aécio Neve, según encuestas a boca de urna.

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La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, que busca su reelección por el Partido de los Trabajadores, sale de la urna después de emitir su voto electrónico en Porto Alegre, Brasil. (AP foto/Felipe Dana)
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Agencias
SAO PAULO, Brasil.- La presidenta de Brasil Dilma Rousseff se enfrentará con el popular exgobernador Aécio Neves en una segunda vuelta electoral en tres semanas, según una encuesta de boca de urna.

El sondeo realizado por el Instituto Ibope y difundido por la red televisiva Globo indicó que 44% de los electores apoyaron a Rousseff y un 30% votaron por Neves. La mandataria, que representa al Partido de los Trabajadores, no consiguió más del 50% que necesitaba para garantizar la reelección en primera ronda.

Las preferencias podrían cambiar ya que la tercera adversaria, la ecologista Marina Silva, obtuvo 22% y muchos de los electores de Silva y Neves argumentan que su objetivo es vencer al gobernante Partido de los Trabajadores.

La encuestadora entrevistó a 64.200 electores al salir de las urnas el domingo con un margen de error de dos puntos porcentuales.

Neves, del Partido de la Social Democracia Brasileña, es el exgobernador del estado de Minas Gerais, el segundo más poblado del país. Descendiente de una familia de políticos, es nieto de Tancredo Neves, el primer presidente electo tras el régimen militar que murió sorpresivamente un día antes de su toma de posesión. Propone una mayor apertura al capital privado, la autonomía del Banco Central y la búsqueda de más acuerdos bilaterales con Europa y Estados Unidos.

Analistas han llamado a esta elección la más incierta desde el regreso de la democracia en 1985.

La campaña se volvió impredecible después de que en agosto Silva, una conocida ecologista oriunda del Amazonas, se postuló a la presidencia y amenazó seriamente las probabilidades de la que era hasta entonces una cómoda reelección de Rousseff.

Hace menos de dos meses Silva, la exministra de Medio Ambiente, era sólo la compañera de fórmula de Eduardo Campos, quien falleció en un accidente de avión el 13 de agosto. Con su candidatura la campaña se intensificó y la exministra llegó a estar 10 puntos por encima de Rousseff, pero la agresiva propaganda del Partido de los Trabajadores la dejó fuera de juego para la segunda vuelta prevista para el 26 de octubre.

Durante las últimas semanas, noticias contrastantes sobre el desempeño económico y social impactaron al país.

Después de ser sede del Mundial de futbol en junio y julio, Brasil entró en una recesión técnica en agosto por el crecimiento negativo del Producto Interno Bruto. Pero al mismo tiempo números de organizaciones internacionales revelaron que el país redujo de manera significativa la pobreza extrema y salió prácticamente del mapamundi del hambre global de las Naciones Unidas.

Rousseff repitió varias veces en campaña que 42 millones de brasileños escalaron de la clase baja a la clase media desde que el Partido de los Trabajadores ha ocupado el poder, primero con el presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

"La gente en Brasil está contenta con lo que ha pasado en los últimos 12 años. Ahora piensan que pueden lograr mucho más y pueden mejorar mucho más rápido", dijo Peter Hakim, presidente de Diálogo Interamericano. "Quieren proteger lo que ya tienen pero no quieren arriesgarse a perderlo todo", agregó.

Hace un año millones de brasileños salieron a las calles a manifestarse contra el gobierno en demostraciones que paralizaron varias ciudades por dos semanas. El descontento provenía de la clase media recién cimentada que exigía mejor salud, calidad en las escuelas y eficiencia en el transporte urbano.

Atender las demandas de ese sector insatisfecho es la tarea pendiente para quien sea el mandatario de la séptima potencia del mundo los próximos cuatro años.

El abogado Roberto Germanos contó a The Associated Press que participó en una de las manifestaciones que paralizaron Brasil en 2013 porque estaba en desacuerdo con el papel del gobierno para organizar el Mundial. "Participé en las protestas porque me parecía una oportunidad de protestar... contra la Copa, los gastos. Mucha gente no estaba contenta".

Germanos explicó que después de "tantos años con el PT (Partido de los Trabajadores) ahora queremos una opción diferente" y que por ello decidió votar por Neves porque "no es el ideal pero es el más consistente y coherente con sus ideas: mercado libre, gobierno más pequeño, menos impuestos, menos tasas".

Se espera que los resultados de la votación se conozcan a las pocas horas de que cierren las urnas en todo Brasil. Al haber una diferencia de horario en zonas del norte del país, se comenzaran a divulgar a partir de las 2200 GMT.

Algunas urnas viajaron en barco durante días para llegar a los pueblos distantes de la selva del Amazonas, mientras que otras miles se esparcieron alrededor de la ciudad industrial de Sao Paulo, donde viven más de 20 millones de personas que representan 15% de todos los votos.

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