Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- El Papa Francisco saludó a familiares de desaparecidos durante la dictadura argentina (1976-1983), quienes le pidieron "solidaridad para acabar con el silencio" que rodea a este drama.

El saludo papal se realizó al final de la audiencia general de los miércoles en la Plaza de San Pedro.

"Fue un encuentro muy cordial de unos diez minutos", señaló a The Associated Press Jorge Ithurburu, responsables de la organización digital 24marzo, que impulsa los procesos en Italia de los desaparecidos durante las dictaduras latinoamericanas de los años 70 y 80.

Vera Vigevani, madre de Franca Jarach, desaparecida en 1977, subrayó posteriormente en una rueda de prensa la importancia de que el pontífice argentino interceda para terminar con la falta de información sobre esta situación.

"Hemos solicitado su colaboración para que se ponga término a este mutismo", manifestó.

Vigevani, miembro de las Madres de la Plaza de Mayo, dijo que le había dicho al Papa que los tres objetivos principales de esta asociación son "la verdad, la justicia y la memoria".

A estas tres metas de la organización es necesario añadir, señaló, la solidaridad.

Los familiares de las víctimas le regalaron tres libros sobre los desaparecidos: "Notas al margen de tres juicios", de Francesco Caporale; "El silencio de las palabras", de Marcello Gentili; y "Estela: La muerte de una hija parió una abuela", de Ricardo Petraglia.

Contaron que cuando le mencionaron a Estela de Carlotto, presidenta de Las Abuelas de la Plaza de Mayo, el Papa comentó, sonriendo, que "ella va a venir a verme en noviembre con todos sus nietos".

¿Al final qué será del pueblo de Dios? 

Por otra parte, Ansa Latina señala que el Papa Francisco invitó durante la audiencia general en la plaza a San Pedro a preguntarse sobre lo que ocurre al fin "de la historia, del pueblo y de cada uno de nosotros".

Respondió con las "palabras simples pero tan bellas" que San Pablo escribió a los tesalonicenses, "y así por siempre estaremos con el Señor".

"¿Creen ustedes esto? -preguntó- Mmmm me parece que no. ¿Lo repetimos juntos tres veces? Y así por siempre estaremos con el Señor", dijo junto con los miles de personas presentes en la plaza. "Durante este tiempo -agregó Francisco- hemos hablado sobre la Iglesia, sobre nuestra santa madre iglesia jerárquica, que es el pueblo de Dios en camino".

"Hoy debemos preguntarnos, ¿al final qué será del pueblo de Dios? ¿Qué será de cada uno de nosotros? ¿Qué debemos esperar?", observó el pontífice, para recordar luego las palabras de San Pablo, "estas palabras sencillas pero con una gran densidad de esperanza".

Francisco definió como "emblemático" el modo en que "en el libro del Apocalipsis Juan, retomando la intuición de los profetas, describe la dimensión última definitiva en los términos de la Jerusalén que desciende del cielo, adornada y lista para su esposo".