Con gases lacrimógenos impiden el paso de refugiados a Macedonia

La policía reprimió a un grupo de inmigrantes que intentaban cruzar ilegalmente la frontera desde el campamento griego de Idomeni.

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Un refugiado lanza de vuelta un bote de gas lacrimógeno durante una protesta en el campo de refugiados de Idomeni, situado en la frontera entre Macedonia y Grecia. (EFE)
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EFE
ATENAS, Grecia.- Las fuerzas antidisturbios de la Antigua República Yugoslava de Macedonia (ARYM) reprimieron hoy nuevamente con gases lacrimógenos y granadas aturdidoras el intento de un grupo de refugiados de cruzar ilegalmente la frontera desde el campamento griego de Idomeni.

"Poco después del mediodía, un grupo de entre 50 y 100 refugiados se acercó a la valla y lanzó piedras contra las fuerzas antidisturbios del país vecino que respondieron con lacrimógenos", explicó a Efe una fuente de la Policía griega.

Según la citada fuente policial, que no tenía información acerca de si hubo heridos, la calma fue restablecida unos minutos después.

El portavoz del centro del Gobierno para la gestión de los refugiados, Yorgos Kyritsis, señaló a Efe que la situación de momento está tranquila y que en el lugar se encuentran fuerzas antidisturbios griegas para hacer de parachoques en la frontera.

Según Kyritsis, esta vez se trató solo de unas 50 personas, todas ellas jóvenes.

Los medios presentes en el campamento relataron que los refugiados se acercaron a la valla pidiendo a gritos la apertura de las fronteras.

La mayoría de los incidentes en Idomeni se producen a causa de rumores que corren por el campamento asegurando que la frontera va a reabrir

Poco antes de los enfrentamientos la Policía griega detuvo a una persona en los alrededores del campamento de Idomeni que portaba una aerosol de gas pimienta, considerada un arma según la legislación griega.

La de hoy es la segunda intervención de las fuerzas fronterizas macedonias contra migrantes y refugiados.

Sin embargo, a diferencia del domingo, cuando fueron más de medio millar las personas que se acercaron hasta la valla fronteriza, esta vez no solo fueron muchos menos sino que la respuesta policial fue menos contundente.

El pasado domingo la policía macedonia no solo recurrió a gases lacrimógenos y granadas aturdidoras, sino lanzó también pelotas de goma.

La ONG Médicos sin Fronteras informó de que tuvo que atender a unas 300 personas, entre ellas algunos niños, en su mayoría por problemas respiratorios, pero también por el impacto de balas de goma.

Siete refugiados tuvieron que ingresar en el hospital, si bien con heridas de menor consideración.
El primer ministro griego, Alexis Tsipras, calificó el lunes de "vergonzoso" el uso de estos métodos de represión.

"Esto es una vergüenza para la civilización europea y para los países que quieren formar parte de esta civilización", afirmó Tsipras en una rueda de prensa con homólogo portugués, Antonio Costa, quien visitó Grecia el lunes.

La mayoría de los incidentes en Idomeni se producen a causa de rumores que corren por el campamento asegurando que la frontera va a reabrir.

El Gobierno ha incrementado sus esfuerzos por identificar dentro del propio campamento la fuente de estas informaciones falsas, con el objetivo de impedir que lleguen a las redes sociales, donde, según reconoció ayer Kyritsis, son imposibles ya de parar.

Mientras tanto, empieza a surtir efecto la campaña del Gobierno para vaciar Idomeni, y medio millar abandonaron en las últimas 24 horas este campamento. Esta mañana quedaban allí 10 mil 680 personas.

Lo mismo ha ocurrido en el puerto del Pireo, donde esta mañana acampaban tres mil 805 personas, casi la misma cantidad que ayer, pero 700 menos que el lunes.

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