Decidió curar el alma en lugar del cuerpo

Durante su juventud Francisco le había prometido a su madre estudiar medicina, pero al final optó por ser sacerdote.

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Antes de tomar la decisión de ser sacerdote, Jorge Mario Bergoglio quería ser médico. Imágenes del Papa Francisco cuando era joven, y en la actualidad. (Agencias)
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Agencias
CIUDAD DEL VATICANO.- Cuando era joven, antes de madurar su decisión de convertirse en sacerdote, Jorge Mario Bergoglio quería ser médico, según reveló su sobrino José Ignacio Bergoglio en una entrevista con el periódico español ‘Abc’. 

Sobre el interés del actual Pontífice por el estudio de medicina, no faltan indicios recientes, desde las "prescripciones" en el Cónclave a otro jesuita argentino que estaba resfriado, hasta la decisión del Papa Francisco de cambiar a su médico personal, pasando del cardiólogo Patrizio Polisca al internista y epatólogo Fabrizio Soccorsi. Pero, aún así, sorprende lo que narró su sobrino: 

"En realidad, mi tío le había prometido a mi abuela que iba a estudiar Medicina, pero al final optó por curar almas. Un día, Regina subió a la habitación de estudio de mi tío y para su sorpresa descubrió que estaba haciendo un curso de ingreso para el seminario". 

"Se encontró con libros de latín, teología... Mi abuela le dijo: ‘Jorge, me mentiste’. Y él le respondió: ‘No, mamá, estudio medicina, medicina para el alma’".


Abajo y de izquierda a derecha: la hermana del Papa, María Elena Bergoglio y el padre, Mario. Arriba, su hermano Óscar, un joven Jorge y sus otros dos hermanos, Alberto y Marta.

Todo parecía indicar que Jorge Mario Bergoglio se habría convertido en un muy buen médico: el joven estudió en el Instituto profesional para químicos y había comenzado a trabajar en un laboratorio de análisis, dirigido por la doctora Esther Ballestrino, de origen paraguayo y comunista, que después habría sido desaparecida por los militares. 

Por esta mujer, Bergoglio, que se había convertido en su amigo, tuvo una gran admiración, como declaró él mismo al reunirse con sus hijas en su reciente visita a Asunción. 

La mamá de Bergoglio (Regina Sivori) en un primer momento no digirió bien la idea de que su hijo se volviera sacerdote, porque pensó que habría perdido a su hijo mayor: 

"Y fue complicado para ella", recordó José Ignacio, pero "una vez asimilado, pudo disfrutarlo".

En la entrevista también se confirmó la pasión del ‘tío Bergoglio’ por la cocina: "Se llevaba muy bien con la cocina. Hacía pastas, siempre le gustó mucho la comida italiana".

"Cocinaba para la gente, se preparaba su desayuno y también se hacía la cama". 


Fotografía de Regina, madre de Jorge en el barrio de Recoleta, en Buenos Aires, y un joven Francisco al cortar un trozo de pastel.

Ahora todavía se hace la cama, pero "lo que no le dejan es cocinar, a pesar de ser una de sus aficiones".

José Ignacio recuerda que el actual Pontífice siempre fue un tío afectuoso y atento, que "siempre daba buenos consejos" y de muy buen humor: "Llamó la misma noche de la elección -recuerda su sobrino. Mi madre le preguntó cómo estaba, y él dijo: ‘Bien gordita, no podía decir que no'".

"Él no quería ser Papa", afirma Jose Ignacio.

"Como todo jesuita era desapegado, estaba muy arraigado en Buenos Aires. Si le preguntabas si quería ser Papa lógicamente decía que no. Pero una vez que lo nombraron y le tocó aceptar, lo hizo convencido de que era un designio de Dios".

"Creo que el Espíritu Santo está dentro de él obrando y por eso se le ve tan rejuvenecido, suelto, libre y feliz por todo lo que está haciendo. Cuando entró en la Congregación de los Jesuitas tenía el firme deseo de ser misionero y por sus problemas de salud no pudo hacerlo y hoy se puede dar ese enorme lujo".

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