España, un barco con nueve meses 'a la deriva'

El país vive una crisis institucional sin precedentes que debe resolverse hasta el 31 de octubre... o habrán terceras elecciones.

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El presidente de España en funciones, Mariano Rajoy, ha perdido las dos votaciones de investidura a las que se ha sometido por encargo del rey Felipe VI y no cuenta con el respaldo de las mayores fuerzas políticas en el Congreso de los Diputados. (Archivo/The Associated Press)
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Agencias
MADRID, España.- La falta de acuerdo entre los partidos mantiene a España con un gobierno interino desde hace nueve meses, lo que supone un bloqueo político que, si no se resuelve antes del 31 de octubre, llevaría a las terceras elecciones en un año.

Las elecciones generales del 20 de diciembre de 2015 dieron la victoria al Partido Popular (PP, centroderecha), pero sin mayoría suficiente.

La imposibilidad de pactar entre partidos para formar gobierno provocó la repetición de los comicios el 26 de junio, con unos resultados parecidos, aunque el PP consiguió aumentar sus escaños hasta 137 de los 350 del Congreso de los Diputados español, publica Milenio con información de EFE.

Desde la noche electoral, el líder del PP y aspirante a repetir como jefe de gobierno, Mariano Rajoy, se decantó por un acuerdo con el Partido Socialista (PSOE, 85 diputados), en una "gran coalición" similar a la alemana.

Sin embargo, el candidato socialista, Pedro Sánchez, insiste en su "no" a los "populares" y rechaza también la abstención para facilitar la formación de un ejecutivo y evitar la convocatoria de nuevas elecciones.

Fuerzas del cambio

Pese a las presiones de los conservadores y la prolongada falta de gobierno, la dirigente del partido, Susana Sumelzo, reiteró el lunes la postura de los socialistas y dijo que era "bastante difícil, por no decir imposible", que su partido acceda a abstenerse para posibilitar un gobierno liderado por el PP.

Los socialistas plantean como opción un acuerdo con lo que llaman las "fuerzas del cambio", que incluyen a Ciudadanos (liberales) y Podemos (partido a la izquierda de los socialistas), pero ninguno de estos dos grupos acepta la idea, ya que se vetan mutuamente.

El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, instó al PP y el PSOE a negociar una salida al bloqueo político, porque de lo contrario estarán -dice- condenando a España "a una crisis institucional sin precedentes".

Tras perder Rajoy la votación de investidura como presidente del gobierno del pasado 3 de agosto, comenzó el plazo legal de dos meses para intentar elegir a un presidente del gobierno.

Las conversaciones entre los partidos se interrumpieron, sin embargo, hasta que se celebren el próximo día 25 elecciones regionales en Galicia (noroeste) y País Vasco (norte), cuyos resultados pueden reforzar o debilitar la posición de Rajoy y Sánchez, según los analistas.

"Todo esto no es gratis", dijo el presidente del gobierno en funciones ante los diputados de su partido, en referencia a las consecuencias económicas derivadas de tener un gobierno en funciones, con atribuciones limitadas.

El ejecutivo interino ha destacado que no puede presentar los presupuestos para 2017, algo que le exige la Unión Europea.

Freno a obra pública

Además, advierte el ejecutivo, los gobiernos regionales no tendrán nuevos fondos, no se actualizarán las pensiones de los jubilados ni los sueldos de los funcionarios y se producirá un frenazo en la realización de obra pública, gran creadora de empleo.

La situación también tiene consecuencias políticas, con nueve meses sin que el Parlamento controle la acción del gobierno y el consiguiente desgaste para los principales partidos y sus líderes, además del cansancio de los ciudadanos que augura, según las encuestas, un aumento de la abstención si hubiera nuevas elecciones.

El PP, al que los sondeos dan favorito en el caso de terceros comicios, tiene que afrontar un otoño cargado de citas judiciales relacionadas con presuntos casos de corrupción relacionados con la financiación del partido, que pueden afectar a las negociaciones y debilitar la posición de Rajoy.

***

Por su parte, en el PSOE se atisba un debate interno sobre el liderazgo de Sánchez y muchos dirigentes regionales rechazan un eventual pacto con Podemos, aunque no piden públicamente votar a favor de Rajoy.

En estas circunstancias, inéditas desde la restauración de la democracia en España en 1977, apenas quedan cuarenta días para que los partidos lleguen a un acuerdo que permita la formación de un gobierno.

Si no, el 31 de octubre se disolvería el Parlamento y se convocarían elecciones para diciembre, algo que, al menos públicamente, ningún partido quiere.

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