Inquilinos se roban una escultura del siglo XIX e intentan venderla

Los inquilinos fueron detenidos cuando intentaban subastar la pieza de mármol de 1844.

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Esta es una de las obras más destacadas del escultor malagueño José Vilches. (López Dóriga Digital)
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Agencia
España.- Una escultura del siglo XIX de aproximadamente una tonelada de peso desapareció misteriosamente de una casa de Jerez de la Frontera. El peso, su valor histórico y patrimonial hicieron de este robo un caso enigmático, mismo que la Guardia Civil ha logrado descifrar.

Se trata de una de las obras más destacadas del escultor malagueño José Vilches que se ubicaba en una casa que fue rentada para poder sustraerla sin levantar sospechas, los ladrones tenían esta información perfectamente estudiada.

Los inquilinos fueron detenidos cuando intentaban subastar la pieza de mármol de 1844 en una casa especializada en arte.

La Guardia Civil de Cádiz anunció que la pieza está de vuelta con sus legítimos propietarios, la familia Pemartín, poniendo fin a más de siete meses de investigaciones que se aceleraron en últimas semanas gracias a la denuncia pública de su desaparición, misma que sirvió para dificultar posibles maniobras de compraventa.

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“A raíz de publicarlo en prensa ha llegado el desenlace. Una persona que leyó la noticia dijo haber visto la pieza y así se pudo localizar. Estamos contentos y agradecidos de la labor de la Guardia Civil”, dijo Ignacio Díez Pemartín, portavoz de la familia.

“A raíz de publicarlo en prensa ha llegado el desenlace. Una persona que leyó la noticia dijo haber visto la pieza y así se pudo localizar"

La obra, que consiste en una mujer velada sentada sobre un catafalco y acompañada por un perro de aguas, originalmente se encontraba en el panteón de Santo Domingo de Jerez, pero tras su cierre, la obra se trasladó a la casa de los Pemartín a las afueras de Jerez, en donde permaneció por décadas hasta que la familia se dio cuenta de su desaparición en marzo pasado.

Los legítimos propietarios se dieron cuenta de la sustracción de la pieza cuando volvieron a su villa después de haberla tenido rentada. Los inquilinos negaron en todo momento se los autores del robo, haciendo gala de una gran capacidad económica, a grado tal de pagar por adelantado 14 mil euros por concepto de seis meses de renta.

Al momento de cerrar el trato por el alquiler del inmueble, los inquilinos mostraron un elevado interés por la pieza, haciendo preguntas “propias de personas conocedoras del mercado del arte”. De hecho rescindieron el contrato de alquiler antes de su término y no mostraron interés en recuperar su dinero, indicio que llevó a la familia a sospechar para después descubrir que la pieza había sido robada.

Debido a las dimensiones de la pieza los ladrones tuvieron que utilizar maquinaria de transporte y embalaje especializado. Guardias civiles descubrieron que los presuntos autores del robo, Juan Manuel R.D. y Salvador L.V., ya contaban con antecedentes de delitos relacionados con el patrimonio histórico.

Los ladrones llegaron lejos en su plan. Lograron llevar la escultura hasta Málaga misma que ya se encontraba en el circuito de compraventa de obras de arte. Lo único que detuvo el proceso fue la falta de documentación que los ladrones no pudieron aportar.

Gracias a colaboración ciudadana los agentes localizaron la obra y detuvieron a los presuntos responsables, que enfrentan los delitos de hurto en supuesto agravado, estafa, falsificación de documento privado, y pertenencia a un grupo criminal.

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