Agencias
MADRID, España.- España no es un país para refugiados, pues incumple las expectativas de Bruselas en reparto de demandantes de asilo provocando las críticas de organizaciones no gubernamentales. El gobierno del presidente Mariano Rajoy accedió esta semana a acoger solo a  mil 300 ciudadanos, principalmente sirios, eritreos e iraquíes llegados a Grecia e Italia desde abril, frente a las cuatro mil 288 que Bruselas había pedido.

El argumento del Ejecutivo es que no se han tenido "en cuenta los esfuerzos hechos por España en la lucha contra la inmigración ilegal, con las mafias y en defensa de las fronteras de la Unión Europea (UE)" con Africa, de acuerdo con Ansa Latina.

Además el gobierno pide que se tenga presente la situación económica que atraviesa el país, con una tasa de desocupación del 22%. Los  mil 300 solicitantes de asilo que España ha propuesto acoger supone un 0.0076% del total de nuevos refugiados (17 millones de personas que huyen de sus países).

La UE redujo los 40 mil ciudadanos que se iban a repartir inicialmente entre los países a 32 mil 256.

La ONG Save the Children consideró "claramente insuficiente" la cuota de mil 300 refugiados que acogerá España. El director de Save the Children en España, Andrés Conde, afirmó que "una crisis de esta magnitud requiere de acción y solidaridad europea a todos los niveles: en los países de origen, tránsito y destino".

Un total de 68 mil 380 personas han llegado a las costas italianas durante los primeros seis meses del año.

Larga espera

El gobierno español "ha optado por una política de control de fronteras y de insolidaridad que ha hecho colapsar por completo el sistema de asilo", afirmó Patricia Fernández, de la ONG Coordinadora de Barrios.

Fernández también denunció que en España los refugiados esperan al menos cuatro meses una respuesta sobre su asilo o estatus de protección internacional.

Hay al menos 300 personas en la calle y un millar en los centros de estancia temporal de inmigrantes (CETI).

"El gobierno tiene la intención de desincentivar las solicitudes de asilo y que se vayan a otros países. Esa es una manera de agravar las condiciones de vida e incumplir las obligaciones", añade Fernández.