Agencias
NUEVA YORK, EU.- Las armas son fácilmente accesibles tanto administrativamente como por su precio en Estados Unidos, un país donde el derecho a portarlas está consagrado en la Constitución nacional como parte de la herencia ideológica de las milicia independentista del siglo XVIII.

El fusil usado por Adam Lanza para disparar cientos de tiros en la matanza de 20 niños en la Sandy Hook Elementary, el Bushmaster Ar-15, es conocido por algunos revendedores como "la Barbie de las armas de fuego", por la cantidad de accesorios de que dispone, según publica el sitio web ansa.it.

Se trata de uno de los más populares de su tipo en Norteamérica, utilizado especialmente en las competiciones de tiro, para la caza y la defensa personal.

El fusil se puede comprar en color negro o con franjas de camuflaje, se lo puede dotar de cargadores de alta capacidad, de hasta 100 disparos, puntero láser y otros varios adminículos.

El precio del arma es de 600 a dos mil dólares, muy accesible para un sueldo promedio estadounidense.

Pero el arma preferida por los estadounidenses sigue siendo la pistola, de las cuales hay en circulación 300 millones en una población de 314 millones de personas. Se calcula que el 30 o el 40 por ciento de las familias tienen al menos una pistola en sus casas.

Un diputado republicano de Texas, Louie Gohmer, afirmó que para evitar las matanzas masivas como la del viernes más estadounidenses deberían tener armas, y opinó que la tragedia de la ciudad de Newton hubiera terminado de manera diferente si la directora de la escuela, Dawn Hochsprung, hubiera estado armada.

"Dios, cuánto habría querido que ella hubiera tenido un M-4 en su oficina, así, tras haber oído los disparos, lo habría tomado y le habría hecho saltar la tapa de los sesos al asesino antes de que matara a esos preciosos niños", comentó.

El M-4 es la versión militar, automática, del Ar-15, que es semiautomático.

Esa lógica parecieran seguir los consumidores, ya que luego de las tragedias recientes como la de Newton, así como antes de las recientes elecciones presidenciales de 2008 y 2012, la demanda de armas de fuego no hizo más que aumentar, en previsión de la imposición de mayores restricciones a su adquisición.

En octubre último, antes de que Barack Obama fuera reelegido como jefe de Estado, las ventas de armas aumentaron en un 18.4 por ciento.

Para los defensores de la tenencia de armas por parte de la población civil, es un error "criminalizar" a las armas de fuego como el Ar-15, que millones de estadounidenses poseen y usan de manera responsable.

Según una estimación moderada citada hoy por el diario The New York Times, desde 1986 hasta mediados de este año fueron producidos en Estados Unidos entre 3.3 y 3.5 millones de Ar-15 que no fueron exportados.

Sólo en 2012 el FBI, la policía federal estadounidense, condujo 16.8 millones de verificaciones de antecedentes de quienes solicitaron la compra de un arma.